JUDIT CARCASONA Eivissa y Formentera cuentan con 30 especies de aves que, por su importancia ornitológica, necesitan medidas especiales de conservación. Estas especies están presentes en las ocho Areas de Importancia para las Aves de las Pitiüses y se enfrentan a serias amenazas, de entre las que cabe destacar el turismo, la caza furtiva, el desarrollo urbanístico, la pesca o las consecuencias de la introducción de especies no autóctonas en algunos islotes.

Es Vedrà y es Vedranell son una de las pocas áreas protegidas al cien por cien como Zona de Especial Interés para las Aves (Zepa). En estos islotes, con 150 especies distintas de flora, habita la pardela mediterránea, el cormorán moñudo, la gaviota patiamarilla, el halcón de eleonora y el halcón peregrino. Antiguamente el águila pescadora criada en es Vedrà. Las consecuencias de la introducción de cabras y de conejos afectan a la escasa vegetación. La presencia de ratas y la caza furtiva son otras amenazas.

Conillera, ses Bledes y s´Espartar forman la otra única área con cien por cien de protección de las Pitiüses. La pardela cenicienta, el virot, el paiño europeo y la gaviota de audoin son las especies de más importancia ornitológica. La caza en Espartar y las excursiones de turistas a sa Conillera son los principales problemas.

Ses Salines y es Freus sólo están protegidas al 63 por ciento, aunque acumulan el mayor número de especies que demandan protección.