V irginia supo ayer que, «lejos, muy lejos», se está produciendo una guerra, que en Kosovo (aunque sea la primera vez en sus diez años de vida que oye ese nombre) «hay personas que sufren y que no pueden ver a sus familias». A lo largo de la mañana tuvo la oportunidad de charlar con niños de su edad sobre un hecho que ocurre a miles de kilómetros, pero por el que están dispuestos a «salir a la calle por toda Eivissa con pancartas y carteles», a fin de concienciar a los ciudadanos de un problema que, pese a la distancia, continúa siendo evidente.

El motivo no es otro que la gimkana organizada por el área de Joventut del Ayuntamiento de Sant Josep, celebrada bajo el lema de repudio a los conflictos bélicos. Un árbol de la guerra y otro de la paz, recogidos del fuerte viento en los arcos de la plaza de Sant Jordi, simbolizaban una situación a la cual, los 70 escolares que participaron en las pruebas, pudieron aproximarse.

Doce grupos de chavales, controlados por varios monitores, pintaron sus rostros de colores, completaron el teclado de ordenador, descubrieron a personajes camuflados, averiguaron el prefijo de distintas provincias de España o investigaron el santoral. Todo ello a lo largo de una jornada que comenzó a las once de la mañana con un coloquio que abordó los enfrentamientos bélicos que se están dando en la actualidad,