CONCHA ALCANTARA Desde mediados de marzo los afectados de esclerosis múltiple reciben la ayuda de un psicólogo de la Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM). «Es un soporte muy grande para nosotros» apunta Fernando Marí, presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple en las Pitiüses. A Fernando se le diagnosticó la esclerosis múltiple en 1997, después de varios meses de pruebas médicas sin obtener ningún tipo de resultado acerca de la dolencia que sufría, donde se barajó incluso una depresión.

La dura realidad de la enfermedad hace casi imprescindible la ayuda de un psicólogo. Fernando está casado y tiene un hijo de cuatro años «que percibe lo que me pasa porque cuando voy a casa del trabajo llego totalmente deshecho». La enfermedad no le ha impedido seguir trabajando, que compagina con la rehabilitación. Muchos de los afectados piden la invalidez, aunque dada la edad en la que aparece muchos no tienen derecho a una pensión. Fernando tiene 28 años.

La intención es realizar grupos de familiares con el psicólogo para exponer la situación de los afectados. Esta es una enfermedad que afecta a la sustancia blanca (mielina) de la médula espinal y del cerebro de forma intermitente. La edad de aparición está entre los 20 y 40.