El doctor que imparte las lecciones a los socios de la Once, en un momento de la entrevista. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Javier Pagazaurtundua lleva más de once años enseñando a los ciegos a valerse por sí mismos tanto en el interior de sus domicilios como en la calle. Para ello abandonó el ejercicio práctico de la medicina e imparte lecciones de movilidad y orientación a particulares de las islas. Una educación que se realiza de modo gratuito para los socios de la Once, en Eivissa, Formentera y Palma, ciudad donde reside de manera habitual. Se trata de cursos prácticos que se desarrollan durante un periodo de tiempo variable «en función del resto visual y las características de personalidad e inteligencia que tenga la persona en concreto a la que se eduque», confirma este profesional.

De ahí que el primer paso sea evaluar las condiciones y necesidades del sujeto «distinguiendo invidentes totales y parciales, según dos baremos: la agudeza y el campo visual», lo cual supone una fase inicial de entrevistas y atención individual donde se clarifican los casos. Pagazaurtundua diferencia, en este sentido «entre gente que parte de cero, por ejemplo los niños, hasta aquellos que han sufrido alguna enfermedad degenerativa y han perdiendo la vista gradualmente».

A partir de entonces se realiza un programa con progresión de dificultad creciente, desde desplazamientos en el hogar hasta recorridos urbanos largos. Existen varias fórmulas para la localización de los ciegos en el espacio: planos con relieve, manejo del bastón, trayectorias fijas....