Al evento acudieron los miembros de la Asamblea insular de la Cruz Roja. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Una parte de sus vidas entregada a la Cruz Roja. Este era el motivo por el cual tres de los ex-presidentes de la entidad en Eivissa, recibieron ayer un «sentido y merecido homenaje» según la definición de José Colomar, actual responsable de la entidad, en la sede de la capital ibicenca.

Allí acudieron dos de los personajes a los que se les rendía tributo, Domingo Moro y Cosme Vidal. Manuel Alonso FernándezRevuelta no pudo asistir dado que se encontraba de viaje en Italia. En su lugar estaba el delegado del Gobierno Carlos Fernández Tejerina. Los presentes recibieron una placa y colocaron su retrato junto al fundador de la organización en la isla, José Ramon, quién en 1974 inició la andadura que proseguirían sus sucesores. Este fue uno de los momentos más simpáticos de un acto caracterizado por la sencillez, cuando al ubicar su imagen en la pared, el que fuera cabeza del Consell Insullar, comentó: «Nunca pensé que mi amor por esta institución me condujera al suicidio porque yo mismo me voy a colgar». Al margen de anécdotas, Vidal mostró su agradecimiento y resumió su etapa al frente de la entidad como «de continuidad respecto a su predecesor, consolidando las estructuras de voluntariado y los medios técnicos y humanos». El objetivo en este periodo no era otro que el de «dar a entender a la gente que Cruz Roja significaba el trabajo de todos, que es una obra humana y por ello cuenta con sus virtudes y defectos». Una labor que conlleva, según afirmó: «Practicar el amor al prójimo durante todos los días del año».