O. RIBAS Tras varios años de crecimiento ilimitado, las empresas de alquiler de coches sin conductor "los populares «rent a car»" han optado por la moderación. Para esta temporada, la flota total de estas compañías rondará los 6.500 vehículos, 2.500 menos que los registrados la temporada pasada, según el presidente de la Asociación de Empresas de Coches de Alquiler sin Conductor de las Pitiüses, Bartolo Ribas. Este volumen de vehículos es «equilibrado», según Ribas, quien, sin embargo, no descarta que a media temporada alguna de las grandes empresas que operan en el sector destinen más automóviles a sus delegaciones de las Pitiüses.

Hasta el momento, la temporada ha comenzado bien para las empresas del sector: «Hemos tenido una ocupación cercana al 75 por ciento en el mes de mayo, lo que no está nada mal. Tuvimos una bajada importante la primera semana de junio, por el cambio de tarifas en los hoteles, pero ya comienza a recuperarse», explica el presidente de la asociación.

Los precios se han congelado respecto al año pasado, algo que, según Ribas, no sucedía desde hacía casi 10 años. La Asociación balear pidió hace unos meses subidas en el sector de hasta el 50 por ciento para hacer frente a los incrementos registrados en los precios de las compañías aseguradoras y de los diferentes impuestos. De lo contrario, advertían, muchas empresas acabarían en la quiebra en muy poco tiempo. Pese a todo, Ribas sigue creyendo que las empresas de alquiler de coches tienen demasiados efectivos, lo que provoca, en pleno mes de agosto, el «síndrome del coche parado»: un automóvil parado en plena temporada alta acaba alquilándose a un precio muy inferior del normal, puesto que de lo contrario el empresario cree estar perdiendo dinero.