La huelga de hostelería inicia su cuenta atrás.

A diez días vista de los paros, las negociaciones entre sindicatos y patronal están rotas y no hay previsto ningún encuentro si bien ambas partes confían en que antes de iniciarse la huelga, el 25 de junio, se produzca una reunión.

A este respecto el secretario general de la Federación de Hostelería de UGT, Pedro Calvo, señalaba que «ambas partes somos lo suficientemente maduras para mantener contactos sin que nadie (en referencia a la Conselleria de Treball que ha vuelto a ofrecer su mediación y vuelta a ser rechazada por los sindicatos) intervenga». De todas formas, Calvo manifestó que las propuestas que lleguen a partir de ahora de la patronal «tienen que ser muy cercanas a nuestras pretensiones por que los trabajadores están dispuestos a lucharlas en la calle». El líder sindical señaló que los «trabajadores están hartos de ver como los inmensos beneficios empresariales no revierten en ellos» y por ello advirtió que «este año vamos a conseguir un buen convenio sea donde sea y de la forma que sea».

Por su parte, el responsable de la Federación de Hostelería de CC OO, Rafael Borrás, indicaba que «la mecha de la huelga está ya encendida» y decía a la patronal que si quiere negociar «ya sabe donde encontrarnos». Los sindicatos se muestran convencidos del masivo apoyo a la huelga de los días 25, 26 y 27 de junio; 5, 6, 7, 13, 14 y 15 de julio; y 1, 2 y 3 de agosto.

La Unión Sindical Obrera (USO) dijo ayer que «a pesar del desprecio de CC OO y UGT (por no dejarles estar presentes en la negociación del convenio al no tener la suficiente representatividad), apoyamos la de huelga». Sobre servicios mínimos, Rafael Borrás dijo a Efe que «no caben servicios mínimos, pero la ley nos obliga a establecer retenes para garantizar la seguridad de las personas y los bienes de las empresas».