Los usuarios habituales de la biblioteca de Can Ventosa tratan con especial cuidado los libros que toman prestados. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Los niños ibicencos, aunque habituales de la biblioteca de Can Ventosa, suelen ir acompañados de sus padres o simplemente envían a éstos solos si han excedido el plazo de devolución de un libro. Esta es tan sólo una de las anécdotas que cuenta una bibliotecaria de la sala que, divertida, observa el temor de los más jóvenes a una reprimenda.

Otra situación curiosa se produce con las obras recomendadas por los colegios e institutos de la isla. Mientras unos se esfuerzan en conseguirlos y se apuntan en largas listas de espera, otros escogen el camino más fácil: preguntar a la encargada de la biblioteca si tienen la película basada en el libro original.

Por otro lado, los lectores de Can Ventosa son muy respetuosos con los ejemplares. Según las encargadas de la biblioteca, los libros suelen devolverse dentro del plazo previsto (dos semanas a partir del día de préstamo). En caso contrario, ellas mismas tratan de recuperarlo mediante una llamada telefónica o el envío de una carta. A estos avisos, los lectores acuden rápidamente a retornar los ejemplares prestados, apuntando normalmente razones de olvido involuntario o simple falta de tiempo.

Los gustos de usuarios de esta sala se decantan por la novela, sobre todo en verano. No obstante, una de las secciones más consultadas es la de informática.

En suma, los lectores aficionados a la biblioteca respetan el fondo de Can Ventosa escrupulosamente. Según una de las cinco bibliotecarias que trabajan allí, no son nada frecuentes los casos de robos.