El convite se celebrará en los jardines de los hoteles Cala Gració y Tanit, de Sant Antoni. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Nadie sabe nada. Los preparativos de la boda del año "el enlace entre la hija del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, María, y Daniel Gómez" se llevan en un mutismo absoluto. Las rigurosas medidas de seguridad se centran en impedir que se filtre cualquier tipo de información. Pese a todo, de algo nos hemos enterado. Por ejemplo, les explicaremos que el convite se celebrará en los hoteles Tanit y Cala Gració, situados uno junto al otro en Sant Antoni y ambos propiedad de la familia Matutes. Entre 90 y 100 miembros de las fuerzas de seguridad se desvelarán para que no haya problemas.

El personal de mantenimiento lleva una semana trabajando para tenerlo todo listo a tiempo. Tras la ceremonia religiosa, que se oficiará en la Catedral de Eivissa, los más de 400 invitados se desplazarán hasta los hoteles. En el jardín que está situado junto a la entrada se les ofrecerá el aperitivo. Un dispositivo de luces instalado para la ocasión promete convertir la zona en un espectáculo. Una vez concluido este ágape, los asistentes se trasladarán a otro jardín cercano, ubicado a escasos metros del primero, junto a una pista deportiva. Los operarios han habilitado un pequeño «office» junto a esta zona. En él, lejos de la vista de los invitados, los camareros cargarán con los platos y los vasos. Por cierto, el personal que se encargará de atender a los más de 400 asistentes al acto se ha seleccionado entre todos los empleados de la cadena hotelera de Matutes. Sin embargo, las dudas más grandes se centran en el menú. Sólo sabemos que se servirá cava en lugar de champán por expreso deseo de la familia. Habrá langosta, pero no sabemos cómo se servirá ni en que parte de la cena. Además, habrá un pequeño detalle en el menú de marcado acento ibicenco.