El nuevo conseller de Educació, Damià Pons, presentó ayer su nuevo equipo de gestión. FOTO: VICENÇ FENOLLOSA.

CONCHA ALCANTARA El conseller de Educació del Govern, Damià Pons, se comprometió ayer, en su primera visita a Eivissa, «a resolver las carencias graves en equipamientos educativos» y pidió la colaboración de Consell Insular y los ayuntamientos.

Pons aseguró que es de «urgencia absoluta» la construcción, como mínimo, de dos institutos y de dos escuelas de primaria. Precisó que «es inevitable que se afronte en un plazo de dos cursos escolares, como mucho, los institutos de Sant Llorenç y Sant Agustí». Estas obras «requerirán unas inversiones muy considerables, que el Govern tiene voluntad política de encontrar recursos, pero es posible que se busquen alternativas, como la implicación del Consell Insular y los ayuntamientos para que de respuesta a todas estas necesidades», añadió. Dada la situación presupuestaria, el Govern se plantea establecer convenios con los ayuntamientos con los que se endeudará para poder realizar las obras y en un plazo de cinco años se devolverá a los municipios. Pons indicó que «no se trata de imponer esta fórmula», pero insistió en la necesidad de plantearlo a las distintas administraciones, ya que eso permitirá agilizar los proyectos. «Son cómplices a la hora de arreglar este problema», advirtió.

El equipo de gestión d'Educació mantuvo ayer una reunión de trabajo con el delegat de las Pitiüses, Antonio Marí, y el inspector de educación, José Manuel Bar, en la que quedó evidente que «la educación en Eivissa está en una situación muy precaria. El Govern tendrá que hacer un esfuerzo de priorización». El conseller advirtió que el curso escolar comenzará «con normalidad, entre comillas», dada la situación con la que se han encontrado (obras comprometidas y paralizadas) y pidió a los diferentes sectores implicados «un voto de confianza».