La Guardería Forestal de la conselleria de Medi Ambient del Govern balear junto con el equipo de vigilancia de la Reserva Natural de ses Salines soltaron ayer a cuatro halcones peregrinos, dos en es Codolar -Eivissa- y otra pareja en la finca de Can Marroig, en Formentera.

Con estos cuatro ejemplares, el total de la población de este tipo de rapaz asciende a 25 parejas distribuidas tanto en las Pitiüses como en los islotes situados en el tramo marítimo de la Reserva. «A pesar de que en los años cuarenta y cincuenta estas aves sufrieron una fortísima persecución, hemos conseguido que no se extinga el halcón peregrino en nuestras islas, ya que contamos con un censo que se acerca a los niveles óptimos de población», explicó el coordinador del equipo de control de la Reserva de ses Salines, Jaume Estarellas.

Estos halcones, que suelen nidificar en acantilados rocosos, fueron recuperados en Son Reus. No obstante, el guarda forestal de la conselleria de Medi Ambient, Andrés Galera, apuntó que desde 1995 «el proceso de recuperación de todo tipo de aves se ha mejorado gracias a la colaboración altruista de Manuel Benticuaga, que nos presta sus instalaciones para que en los casos en los que no es necesario enviar a las aves a Son Reus, se puedan recuperar aquí en Eivissa». No obstante, Galera resaltó que hace falta una jaula de vuelo para que los pájaros puedan desarrollar su musculación antes de que sean soltados a las zonas asignadas.