El Consell Insular celebró ayer su primera sesión plenaria y, a pesar de que la mayoría de los puntos del orden del día eran nombramientos y cuestiones de trámite, el grupo progresista y el popular tuvieron ya motivos suficientes para estar en desacuerdo. El más polémico fue la declaración institucional propuesta por el equipo de gobierno para apoyar ante la Unesco la candidatura de Eivissa como Patrimonio de la Humanidad. El conseller Joan Marí Tur (PP) señaló que, tal y como estaba redactada, se pedía que «toda Eivissa y Formentera sean Patrimonio de la Humanidad».

El asunto se alargó, porque los populares también solicitaron que, antes de ser aprobada esta declaración de apoyo, se creara una comisión en la que se diera voz a los ayuntamientos que tienen bienes incluidos en la candidatura: Sant Josep (por los restos arqueológicos de sa Caleta) y Formentera (por las praderas de posidonia).

El Pacte, a través de la presidenta Pilar Costa, defendió que la declaración había recibido días antes el visto bueno del Ayuntamiento de Eivissa y que no se puede constituir una comisión cuando la Unesco tiene que tomar una decisión en el plazo de pocos meses.

En esta sesión se aprobaron los nombramientos de las personas que tienen que