Las embarcaciones de lujo continúan descansando en los puertos de Eivissa. Parece que los propietarios de estas «perlas» del mar no quieren dejar la isla y por ello los distintos puertos deportivos todavía se encuentran a pleno rendimiento. Yates, fuera bordas, motos acuáticas, grandes veleros de madera y lanchas de todas las dimensiones son los «habitantes» de estos lugares de ensueño al alcance de unos pocos.

En el puerto deportivo de Eivissa, en Marina Botafoch, apenas quedan veleros pero los yates -en su mayoría británicos, alemanes o norteamercianos- siguen zarpando a diario. También en los puertos de Sant Antoni y de Santa Eulària se están contabilizando entradas y salidas a diario, a pesar de estar a finales de agosto. «Nosotros empezamos a notar un descenso del alquiler de los amarres a mediados de septiembre. De momento los amarres para embarcaciones de más de 20 metros están completos y empiezan a vaciarse los pequeños», comenta un responsable del puerto deportivo de Santa Eulària.

En el puerto de Marina Botafoch, en Eivissa, y en Santa Eulària los precios de los amarres para este tipo de embarcaciomes oscilan entre las 10.000 y las 70.000 pesetas diarias. En este precio no está incluida ni la electricidad ni el agua, que se cobran según los contadores. Así para una barca de seis metros como máximo se pueden pagar entre las 2.000 y las 7.000 pesetas. Aparte están los gastos de mantenimiento y otros suministros opcionales como pueden ser: la antena parabólica.