El plano señalaba quince bases. Los quince grupos de niños, de seis a ocho miembros cada uno, recorrieron desde las once y media de la mañana el pueblo en busca de un puesto de ganador en la gimkana infantil organizada por miembros del área de juventud del Ayuntamiento de Sant Josep. Ejercieron de periodistas, realizaron pruebas táctiles con los pies, carreras de patatas, máscaras de maquillaje e incluso se dedicaron a labores de detective. Guisante, coordinador del acto, apuntaba el objetivo con el que se había planteado: «Se trata de inducirles a investigar.

Las escuelas de verano de Urgell, Es Vedrà y Can Guertxo agrupaban los tres núcleos principales de participación, llegando a ser un centenar los involucrados. A pesar de ello, el responsable mostraba que quizás la fecha elegida (sábado), hubiese frenado un poco los ánimos ya que se trataba de una jornada no lectiva. No obstante, las calles estaban tomadas por cuadrillas que no paraban de correr de un lado a otro proyectando una película cuyos protagonistas apenas sobrepasaban el metro de estatura.

La diversión dejó paso a la tradición y la sobriedad por la tarde con una eucaristía en honor del patrón, Sant Agustín, a la que acudió la máxima responsable del Consell Insular, Pilar Costa y autoridades varias del ámbito civil y militar. Tras la misa, el tradicional ball pagés a cargo del grupo folklórico Colla des Vedrà puso de nuevo notas de color en un gran tablero de juegos con paradas de casas y fichas, más que nunca personales, donde lo de menos era el color y el único requisito el interés.