Una de las soluciones planteadas a medio y largo plazo es completar el trabajo de es Ca Marí con el de otra planta potabilizadora. FOTO: GUILLERMO ROMANÍ

El conseller de Medi Ambient del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Joan Buades, explicó ayer que las Pitiüses están en una situación «límite» en cuanto a las reservas de agua potable. El conseller señaló que ya conocía que el momento por el que está pasando Formentera es especialmente grave; anoche empezaron a aplicarse las restricciones ordenadas por el Ayuntamiento, que obligan a cortar el suministro entre la una y las siete de la madrugada. «La potabilizadora está al cien por cien de su funcionamiento, pero el consumo también es del cien por cien de las reservas», explica el responsable de Medi Ambient.

De hecho, según confirmó ayer Buades, en los próximos días visitará las Pitiüses el director general de Recursos Hídrics, Antoni Rodríguez, quien estudiará junto al conseller insular y los representantes del Ayuntamiento de Formentera qué soluciones adoptar. Estas, explica el conseller, no paliarán nunca los problemas a corto plazo, sino que tendrán que estar pensadas de cara a la próxima temporada turística.

Entre las ideas que tienen en mente los responsables de las instituciones se encuentra la creación de una campaña para fomentar el ahorro, solucionar las pérdidas que tiene la red de agua e, incluso, construir una segunda potabilizadora para la isla que pueda incrementar la producción de la planta de es Ca Marí. Se espera que el mes de septiembre devuelva a Formentera a una relativa normalidad. Las restricciones de agua acabarán el día 31, fecha en la que el Ayuntamiento calcula que habrá descendido notablemente la población debido a la menor afluencia turística.