"Qué le ha parecido la renovación de Onda Cero?
"Hasta cierto punto me la esperaba; considero lógico que una empresa que compra otra quiera imponer su criterio de programación. No me han sorprendido los cambios, pero sí la salida de Julia Otero. Nadie se esperaba que un programa líder no continuara. Además, es una noticia que muchos de los que estamos dentro no compartimos. Ahora sería importante que Julia hablara, puesto que tampoco sabemos lo que ocurrió. Veíamos venir cambios radicales, pero bueno, a todos los que se han ido les espera un gran futuro profesional por delante.

"En su caso, la han apartado de los informativos para que dirija un programa dominical.
"Yo lo había solicitado. Ya llevaba cuatro años en informativos y es algo muy interesante, pero también muy duro. Además, este año quiero hacer televisión y no me podía pasar todo el día dentro de la radio. Tampoco puedo ocultar que el año que viene hay unas elecciones y, en estos momentos, el fragor de la batalla política en primera línea no me seduce.

"Y cómo se presenta esta nueva etapa en Onda Cero
"Los profesionales que estábamos trabajando en ella habíamos logrado una radio muy equilibrada, que nunca se había decantado. Era algo muy bonito, así que ahora cualquier cambio puede ser muy complicado. Por otro lado, hablando con los compañeros, se nota que hay mucha esperanza entre la gente joven de la casa, que verán como la empresa crece; entraremos en una compañía con una televisión y con más medios.

"¿Y no les da miedo que aparezca la censura?
"Cada empresa tiene sus principios. Para los periodistas que estamos consolidados es mucho más sencillo, puesto que si te contratan no lo hacen para imponerte algo. Yo espero que en la nueva Onda Cero prime la independencia, pero claro, el movimiento se demuestra andando.

"¿Cuándo comienza su nuevo programa en televisión?
"A finales de octubre, en Tele 5. Será un espacio de cine que dirigiremos Luis Alegre y yo.

"Usted leyó el pregón de las «Festes de la Terra»; comenzó hablando en catalán y cuando pasó al castellano una buena parte del público le aplaudió. ¿Se dio cuenta?
"Lo noté, claro. Me pareció comprensible. Aunque yo me he integrado en la cultura catalana, soy castellanoparlante; mis padres eran andaluces, emigrantes. Tenía claro que en el pregón iba a pronunciar unas palabras en catalán, pero mi lengua es el castellano. Lo que pasó esa noche no me parece ni bien ni mal: en el lenguaje, lo importante es lo que se dice, no cómo se dice.