L a radio local transmite cada día la actualidad de las Pitiüses a sus oyentes, aunque también les aporta juicios sobre los que formarse un criterio acerca de determinados aspectos a través de las tertulias. Un apartado que congrega en las ondas a especialistas vinculados con los temas que marcan la agenda semanal de los informativos para poner en común posturas, charlas, debatir o plantear cuestiones bajo la supervisión de la figura del conductor del programa. Ultima Hora Ibiza y Formentera ha reunido a los responsables de estos espacios y a los que lo hacen posible con sus juicios en Marina Botafoch para participar en una tertulia inédita: la que versa sobre la propia tertulia local.

«Procedo de León y allí se hacía más caso a los periódicos que a la radio y aquí por lo que veo parece que es al revés. Desde que vivo aquí me ocurre lo mismo; escucho la radio todos los días y sin embargo hay algunos que no leo la prensa». Tito Sobrín, entrenador del PDV de baloncesto, piensa que la influencia de la radio en general y de las tertulias en particular tiene mucho peso en las Pitiüses. El presentador de «Territorio Cope», Nito Verdera, le responde que es normal «porque si leen el periódico lo hacen por encima y en los bares, donde es gratis; en cambio la radio la escuchas desde primera hora de la mañana.

Las tertulias o debates gustan mucho. La prueba está en que los ciudadanos han ido durante años y años a los bares a debatir con su gente y después comprueban a través de la radio si sus opiniones coinciden con las de su comentarista preferido.Por su parte, José Antonio Bonet aclara que «resulta mucho más sencillo hacer una tertulia en una emisora o televisión que en la prensa porque el oyente participa con su propia opinión a través de lo que oye; sin embargo, en un periódico es más sencillo ver la clasificación de una jornada de fútbol que no escucharla por las ondas. El mensaje en el periódico lo puedes ver las veces que quieras mientras que en la radio si no lo has escuchado te lo pierdes, es irreversible».

A todos los contertulios trasladados al papel prensa por un día les sorprende la respuesta del público, detalle que han apreciado en los comentarios que reciben por la calle. « Ayer -por el martes- mismo me pasó un caso que me agradó bastante. Vino al trabajo un matrimonio de Portinatx y me comentaron que me habían escuchado, no me lo esperaba». Sobrín va más allá con su ejemplo: «Acababa de salir de la radio, me metí a tomar un café en un bar y cuando salgo una persona se dirige a mí y me dice: 'Te acabo de escuchar en la radio'».

El presentador Agustín Prades encuentra el secreto del éxito desde que en la tertulia local se ha dejado intervenir al oyente: «Aparecen muchas opiniones, otros puntos de vista, que enriquecen aún más el debate». El locutor de la Ser, Paco Murillo, apoya a su compañero: «La participación del oyente es básica porque así se siente aún más participativo de lo que está oyendo en ese momento». Ambos comentarios despiertan el desacuerdo entre varios de los asistentes. «No permito una tertulia a la que yo vaya admita la intervención de la audiencia porque el que está escondido en el teléfono te puede decir lo que le dé la gana y tú te quedas ante el resto de tertulianos y de oyentes con la necesidad de justificarte. Es muy diferente participar con personas a las que ves la cara con las que entras en una dinámica de respeto mutuo».