PEDRO PRIETO
Qué duda cabe que, desde el punto de vista climatológico, quienes vivimos en esta bendita Isla somos unos privilegiados. En Mallorca "en Palma" en una día como ayer, último domingo de febrero (a casi un mes del inicio de la primavera), no sólo tenemos un día soleado sino que, como es caluroso "sobre todo a mediodía", nos invita a ir a la playa, ponernos en bañador y tomar el sol, y a los más osados, a bañarse, como hubo algunos, bastantes.

Sí, de verdad que ayer daba gusto ver cómo estaban algunas de nuestras playas, y no crean que los usuarios eran personas venidas del frío de centro Europa, que los había "pero pocos, eh; ya que este año, lo que se dice turistas, tenemos muy pocos"; eran, mayoritariamente, gentes de aquí, que hoy, lunes, seguramente lucirán un espléndido moreno en sus puestos de trabajo. No hay nada mejor para el estrés.