Antich compareció ante la prensa tras las reuniones de ayer. | S. Amengual

No habrá ni cuestión de confianza, ni moción de censura ni elecciones anticipadas. Tras fracasar su intento de negociación con PP y UM para acabar la legislatura con la máxima estabilidad política, el president del Govern, Francesc Antich, explicó cuál será su hoja de ruta para seguir en el poder.
«Se puede gobernar desde el Consell de Govern y ejecutar todas las inversiones que tenemos previstas», dijo Antich sobre su fórmula para seguir en el Ejecutivo los 16 meses que restan para las elecciones autonómicas tras perder la mayoría en el Parlament.
Antich sabe desde ayer que la oposición que ahora forman PP y UM no se lo pondrá nada fácil. Primero se reunió con el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, quien le pidió al jefe del gabinete autonómico que presente una cuestión de confianza en el Parlament.
El PP ya le ha avisado que todas las leyes que Antich quiere sacar adelante hasta final de legislatura deben pactarse en el Parlament, donde la oposición puede rechazar todas las propuestas legislativas que haga el Govern. «Yo asumo toda la responsabilidad, pero necesitamos que todos ejerzan su responsabilidad», señaló Antich.

«Lotería caducada»
Por su parte, Bauzà criticó que Antich le había querido regalar un «billete de lotería caducado» que el PP «no puede aceptar», y explicó que no se pudo llegar a ningún acuerdo puesto que, en su opinión, en esta situación de crisis institucional la única prioridad de este «ejecutivo débil» es mantener «las sillas calientes». Bauzà remarcó que se ha constatado que es «difícil» llegar a consensos con el actual Govern de izquierdas, pese a lo cual mostró su disposición a lograr la «estabilidad» que los ciudadanos necesitan.
Tampoco le sirvió de mucho a Antich su encuentro con UM pese a que durante el pasado fin de semana los socialistas han pedido a sus antiguos socios que mantengan sus apoyos parlamentarios. «La reunión ha sido cordial y correcta. Hay voluntad de hablar», dijo Antich tras reunirse con Josep Melià y Joan Monjo, presidente y secretario general de UM, respectivamente.
El president Antich recordó que algunas de las propuestas que quiere sacar adelante en el futuro ya habían sido negociadas con UM cuando los nacionalistas formaban parte del Govern. Por lo tanto, el jefe del gabinete autonómico entiende que no tiene que haber muchos problemas para que UM mantenga sus compromisos políticos.
Por su parte, Melià utilizó la ironía para referirse a la petición de Antich de alcanzar un pacto político. «En UM causa sorpresa que no seamos buenos para gobernar y sí para hacer pactos de Estado», dijo.
Pese a las heridas que existen entre PSOE y UM, Melià garantizó que hará una oposición responsable. Aún así, sentenció: «El responsable de la actual situación de inestabilidad es el propio Antich».