El presidente de Baleària, Adolfo Utor, en una de las salas del 'Martín i Soler'.

Adolfo Utor, presidente de Baleària desde su creación en 1998, apunta a dos factores como causantes del malestar que rodea últimamente a su compañía. Por un lado, que el Gobierno haya dejado de aplicar el descuento de residente al vehículo del viajero y, por otro, la desaparición de una compañía «insostenible pero que ofrecía precios muy económicos» (Iscomar) que ha dejado «huérfanos» a una serie de clientes «que no eran de Baleària». Pese a todo ello, se declara abierto y dispuesto a abordar, desde el diálogo y el acuerdo, cualquier cuestión que suponga un incremento de visitantes para las Islas.

-¿Qué le parece que el Consell haya iniciado una investigación para conocer los motivos del incremento en las tasas del transporte marítimo?
-Considero que lo de investigar, en un estado de derecho, deben de hacerlo los policías y los jueces y que cada uno tiene su competencia, aunque respeto que otras instituciones distintas emprendan investigaciones siempre que no sobrepasen la delgada línea de la libertad y las leyes de este país. A nadie le gusta ser investigado.
Yo firmaría la posibilidad de que, sobre el transporte marítimo, la evolución de los precios, la calidad de los servicios en los últimos años se elaborara un 'libro blanco' para dejar de arrojar datos que, desde mi punto de vista, intoxican la realidad y no responden a la verdad.
-¿Está de acuerdo con los resultados conocidos de esa investigación?
-No es cierto que el BAF (Bunker Adjustment Factor) se aplique en situaciones exclusivas. Me tendrán que decir cuál es su fuente porque, en toda Europa, y todo el mundo, todas las compañías navieras aplican el BAF, y no en situaciones exclusivas. El BAF lo que pretende es regular los ingresos de las compañías en función de las variaciones del petróleo, que es un agente que no controlamos. Efectivamente hubo un mes en el que el BAF estuvo por encima del precio del IFO (combustible que consumen los buques de nueva generación de Baleària) aunque no son parámetros comparables. Pero llevamos muchos meses en los que el IFO ha ido subiendo y nosotros lo que hemos hecho es realizar un ajuste de dos euros.

-¿Qué motivos pueden llevar a las instituciones y a la ciudadanía a hablar de un incremento «muy fuerte» en las tasas si no es el caso?
-Yo no he dicho que no se haya subido el precio del transporte, he reconocido que ha subido dos euros el BAF y que en 2008 hubieron algunas subidas. De cualquier modo, el tema del transporte marítimo es recurrente y mientras se habla de esto no se comentan otras cuestiones. También es cierto que hay un malestar latente, lo reconozco y lo hemos analizado.

-¿A qué se refiere?
-Hay dos elementos que influyen en que pueda haber una percepción que, en algún caso, es cierta. Por un lado, y ya se lo he transmitido a las instituciones porque nos preocupa, el cambio de criterio del Ministerio de Fomento en cuanto a la inclusión del vehículo en la aplicación del descuento de residente. Y hay otro elemento que no es menos importante y del que nunca me he atrevido a hablar abiertamente de él; ahora voy a aprovechar esta oportunidad para hacerlo. Es cierto que había una compañía (Iscomar) que estaba cobrando precios mucho más bajos que los de Baleària con un modelo muy distinto, otro tipo de barcos mucho más antiguos y una calidad de servicios inferior. Un mercado por el que no ha luchado Baleària . Un modelo de aparentes precios bajos pero que finalmente ha sido subvencionado por diferentes instancias públicas y privadas de las islas (entre ellas Baleària que era acreedora de Iscomar o Autoritat Portuària de Balears, a la que Iscomar le debe 18 millones) que han visto que sus deudas no van a ser atendidas porque la empresa se encuentra en situación de cierre y de suspensión de pagos.
Ocurre que una serie de clientes, que no eran nuestros, que han estado pagando unos precios de privilegio durante un tiempo mientras se ha podido mantener, pero que no eran reales, han quedado huérfanos.

-La investigación también versa sobre un presunto pacto entre navieras que podría estar incumpliendo los principios de la libre competencia. Baleària es la única compañía que opera en ciertos trayectos, ¿cuál es el motivo?
-En una situación de crisis, de ERE y de despidos a mí me parece malsonante hablar de exclusividad. Yo lo diría de otra manera, somos la única compañía que sigue prestando un servicio de primera necesidad a Eivissa y Formentera que no presta nadie. Baleària es una compañía muy comprometida con Balears, con los trabajadores y con la sociedad, y eso es algo que se traduce en unas inversiones a largo plazo de casi 350 millones y que todo el mundo conoce.
Hemos trabajado mucho y, después de muchas vicisitudes, en estos momentos somos los que hemos sido capaces de mantener un servicio de alta velocidad en Balears cuando los demás han tenido que abandonar porque no han sido capaces de mantenerlos o por una situación de quiebra económica financiera y de endeudamiento general.

-¿Por qué en ciertas fechas y trayectos es más económico viajar en avión que en barco?
-Las tarifas son muy variables y es un tema complejo que se puede prestar a utilización. Pero aquí hay unos conocimientos básicos que todo el mundo debería conocer: el precio de una tarifa no lo marcan los costes, lo marca el mercado.
También es cierto que es más caro viajar a Dénia que a Palma desde Eivissa cuando el trayecto es similar, pero es por el mismo motivo. Si los precios los marcaran los costes, yo tendría que cobrar distintos importes en cada trayecto dependiendo del número de pasajeros. Pero eso no lo he inventado yo, es fruto del sistema. Y doy estas explicaciones porque me importa la reputación de Baleària que está siendo maltratada injustamente y sin rigor, pero los precios de una compañía privada los marca ella misma porque yo no recibo ninguna subvención de nadie ni tengo tutela de nadie, estoy en un mercado abierto y libre.

-¿Hay alguna solución posible para abaratar los precios del transporte?
-Con la crispación y la confrontación no se resuelven las cosas, eso no es de esta época, pertenece al pasado. Tanto por parte de las asociaciones de empresarios, consumidores e instituciones las cosas hay que abordarlas desde el diálogo, el acuerdo y el rigor.
Nosotros estamos dispuestos a abordar cualquier cuestión que suponga un incremento de visitantes en las Islas y para ello estamos dispuestos a hacer esfuerzos promocionales, económicos y de todo tipo en el bien entendido que nosotros ya hemos dado un paso muy importante que alguien debería de valorar. Hemos realizado una inversión multimillonaria en barcos nuevos.

«Quizás si vienen a ver el buque entiendan lo que se paga por él»
Utor entiende que los políticos «tengan muchas cosas que hacer y que es una cuestión de prioridades acudir a estos eventos». Pero cree que «un barco nuevo de 22 nudos, que mejora los servicios anteriores y los hace más sostenibles, es tan importante como la inauguración de un pantano, por trasladarnos a otra época, una desaladora y no diré una carretera, porque en la Isla suscitan mucha polémica». Para Utor «no hubiese estado de más» que los cargos institucionales hubiesen comprobado lo que es un barco.
«Hablan de los precios, pero que vengan a ver un buque: Lo que es, los tripulantes que tiene, los servicios que se dan», propuso. Utor cree que «no se puede valorar lo que es un barco si no se ha viajado en él» y por ello invita «al Consell entero a que venga a ver el 'Alhucemas' para entender lo que se paga por él». Utor defiende que es importante que una empresa privada invierta tanto dinero, sin ayuda externa, por su compromiso con las Islas.
Confiesa que echa de menos que se viaje más en barco «porque es más sostenible y es una prioridad, no sólo en España, sino en el resto de los países».