Pedro Ayala, (Eivissa, 1972), es celador de profesión, en el servicio de urgencias de primaria de Santa Eulária, aunque es más conocido por su faceta sindical. Trabaja en el hospital Can Misses desde 1990. Comenzó pronto con su vida sindical presentándose en 1994 a las elecciones. Ahora es delegado de la junta de personal y miembro de la comisión ejecutiva de sanidad de Eivissa. Durante años ha compaginado el mundo sindical con el trabajo pero ahora quiere apartarse aunque esta semana, junto a sus compañeros, protagonizó una pitada en la colocación de la primera piedra del nuevo hospital. Dice que es un hombre serio, al que le gusta montar en barco y navegar con sus amigos.
-¿Cuál ha sido el mejor gerente de Can Misses?
-Qué pregunta! A nivel de proporcionar satisfacción a los trabajadores, Leciñena, y en cuanto a gestión pura y dura, creo que ninguno.
-¿Ni siquiera el actual, Julio Villar?
-El actual no ha tenido tiempo de sacar ningún plan de actividad.
-¿Os regañó cuando estabais en la pitada de la primera piedra?
-Dijo que nos calláramos, lo que sí dijimos es que íbamos a respetar los discursos de los políticos porque al ser una cuestión de interés general era necesario que la gente estuviera en un acto de cierta normalidad. Al final hablamos con el presidente del Govern, Francesc Antich, y el director del Ib-Salut, Josep Pomar.
-Recuerdo que una vez asaltaron el despacho de un directivo en la anterior legislatura y esta semana protagonizaron una pitada ¿Consiguen así que se os tengan en cuenta?
-Se consigue ese plus de necesidad que tiene el sindicato para que ellos adviertan de que si no negociamos, un acto normal, habrá otras consecuencias.
-¿Qué harán cuando se inaugure el nuevo hospital?
-Cuando se inaugure el nuevo hospital nos felicitaremos todos. Otra cosa es la gestión.
-¿Por qué se quiere apartar del mundo sindical?
-Te da satisfacciones pero es muy esclavo. No tienes límites, ni horario, quitas tiempo de tu ocio y de tu familia. Era necesario esto y ahora también estoy haciendo una licenciatura en Derecho y necesito tiempo.
-¿Piensa ser abogado?
-No, quiero ser letrado de la administración.
-¿Qué se considera más sindicalista o celador?
-Es difícil decidirte por un campo. Los dos tienen muchas satisfacciones y proporcionan utilidad. No sabría decirte.
-¿Qué tal son las relaciones con los otros sindicatos del hospital porque siempre se ha dicho que no os habéis llevado bien?
-Es cierto, podemos coincidir en temas marginales pero en la esencia del sindicalismo chocamos.
-¿Porqué chocáis?
-UGT y CCOO son verdaderos competidores a nivel nacional, luego hay sindicatos sectoriales que se dedican a una profesión. Nosotros pensamos que un sindicato no ha de ser corporativo sino representar a todos los trabajadores.
-¿Hay mucho corporativismo en Can Misses?
-Muchísimo, sobre todo en los sectores sanitarios, medicina, enfermería y auxiliares de enfermería. A veces confunden el sindicato con el colegio oficial.
-A Jaume Matas le piden una fianza de 3 millones de euros para evadir la cárcel, ¿cree qué es suficiente?
-Viendo el auto del juez, a parte de las cuestiones subjetivas, yo no lo hubiera pedido fianza sino que lo hubiera metido en la cárcel directamente.
-¿Quién ha cuidado mejor la sanidad en Eivissa, el PP o el PSOE?
-Como servicio público se pueden dar la mano. Con los trabajadores, el PP ha llegado mas acuerdos que con los socialistas.
-Y fuera del trabajo, ¿cómo es el trato con los gerentes que ha tenido sus más y sus menos?
-Con Carmelo Sansano, con el que tuvimos una etapa complicada, nos saludamos y el trato es cordial. Con Cárceles y Leciñena trabajamos juntos en el servicio de urgencias de Can Misses.
3 comentarios
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Sí ya es hora que te marches, pues solamente has luchado por tus intereses!!! y eso todo el hospital lo sabe.
Una pena , es lo mejor de los sindicatos de los últimos años.Una persona pasional y sin pelos en la lengua , lo que ahora nos falta.
Mejor... que haga derecho para ser letrado de la "administración" ,(como ha dicho él) y deje las C.C.O.O. del Hospi... A ver si se le da mejor, ya sería hora que dejase de incordiar...