La ropa fue uno de los principales atractivos en este mercado de Pascua.

María Marí lo tiene claro: nada de comprar ropa nueva. Ella y sus hijas prefieren las prendas y los artículos de decoración de segunda mano, por lo que siempre que pueden visitan los mercadillos más conocidos de la isla para adquirir lo que les gusta y no lo que marca la moda. «Antes iba mucho al de Sant Jordi, pero ahora no puedo caminar tanto», puntualiza.

Durante la mañana de ayer se acercaron al bar Cruce de Sant Rafel para disfrutar del Mercadillo de Pascua organizado a beneficio de la Asociación Ibiza y Formentera Contra el Cáncer. Después del primer vistazo entre los puestos de bisutería, comida, ropa, decoración y libros, María realizó sus primeras adquisiciones: «He comprado una lámpara preciosa que me hacía falta por cinco euros, tres foulards por un euro, pasteles, empanadas y algunos libros, que aquí hay muchos en inglés y es la lengua que suelo elegir para leer». Yañadió: «Además de ser muy barato ayudas a la gente que padece cáncer».

Este mercadillo abrió sus puertas al público hace 10 años y, desde entonces, Margaret Nawaz trabaja sin cesar para recoger donaciones que más tarde puedan vender los voluntarios en el mercado: «Empezamos con la recogida de cosas hace seis semanas. Hay personas que también hacen muchas donaciones para el mercado y también hay quienes hacen comida. Además subastamos cenas para dos personas».

El objetivo principal de este evento, según explica la organizadora, es conseguir recaudar fondos para ayudar a los afectados de cáncer en las Pitiüses. Y ayer lo consiguieron: tras seis horas de venta y trabajo los 24 voluntarios recaudaron 5.144 euros, 1.000 más que el año pasado.