Imagen de varios usuarios de la zona de aguas de un establecimiento hotelero de la Isla.

El turismo de spa y wellness ha salido de los balnearios y ahora supone una oferta complementaria en cualquier destino turístico muy estimada por un cliente poder adquisitivo medio alto, un filón que puede que no haga ganar en cifras totales de llegada de visitantes pero sí que puede ayudar a nivelar las cuentas de resultados de los establecimientos hoteleros.
Según un estudio del Govern centrado en la demanda de este tipo de servicios en Balears durante 2008, en ese año se estima que 398.800 turistas hicieron uso de este tipo de oferta, cifra que había bajado ligeramente respecto a 2007 según las empresas hoteleras con este tipo de instalaciones, que preveían que en 2009 se recuperara dicho bajón.
De la cifra global, un 17% correspondían a clientes de alguno de los 13 establecimientos reconocidos con este servicio en la Isla. En cifras absolutas, 67.800 turistas, a los que había que sumar los cerca de 1.200 que se alojaban en Formentera y que también recurrieron a los servicios de spa.
Más de todo
El estudio del Govern establece que el dinero estimado que revirtió en Balears (el desembolso directo de los visitantse más la mitad del que gastan en su país de origen en agencias de viajes o aerolíneas y que se supone acaba llegando a las Islas) con este tipo de servicios alcanzó los 345,8 millones en la Comunitat, lo que proporcionalmente supondría que 61,38 millones se quedarían en Eivissa y Formentera.
El estudio del Govern apunta que cada uno de estos turistas realiza un gasto medio diario de 120,4 euros, de los que 53,8 serían atribuibles a pagos en su país de origen y los 66,6 restantes responden a consumo directo en negocios de la Comunitat.
Las estimaciones efectuadas apuntan que las comidas suponen 20,1 euros, el alquiler de coches 12,8 euros, mientras que la compra de comestibles representa otros 10 euros. Finalmente, la compra de productos personales suponen unos 23,7 euros por día.
No sólo el gasto medio en oferta complementaria es mayor. También hay un mayor porcentaje de usuarios de servicios y oferta complementaria que entre la media de turistas que nos visitan.
Por ejemplo, mientras el 6,1% de los visitantes acude a espectáculos culturales, entre los turistas de spa es el 17,1%. En las actividades deportivas, la diferencia es mucho mayor, al pasar de un 16% a un 41,9%.
El único apartado en el que se mantiene a la par la demanda es en el de clubes y discotecas, con una horquilla entre el 31,5% y el 34,4%.
En el caso de alquiler de vehículos, el 22,1% de estos visitantes recurre a los 'rent a car', 10 puntos más que la media. En el uso de barcos de recreo, el porcentaje es de un 6,5%, cifra que puede parecer pequeña pero que se convierte en muy relevante si tenemos en cuenta que la media del turismo en general es del 1,8%.