El presidente del PP eludió ayer pronunciarse sobre si es partidario de dar de baja a Cardona en el caso de que el juez imponga el pago de una fianza, a pesar de que ésta sea de responsabilidad civil. En este sentido, el líder de los populares consideró más «oportuno» dejar a Capó que «actúe sin presiones por parte de nadie, y menos de formaciones políticas».
El magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJB), Antonio Capó, adoptará a lo largo de esta semana una decisión sobre la petición de Fiscalía y acusación particular de imponer al ex conseller d'Indústria del Govern de Jaume Matas, Josep Juan Cardona, una fianza de responsabilidad civil de 4,8 millones.
La decisión que adopte el juez determinará la posible respuesta que afronte el PP ante este caso, ya que su presidente, José Ramón Bauzá, ha optado por suspender temporalmente de militancia a aquellas personas contra las que se decreten medidas cautelares, algo que ya ha afectado a varios políticos populares imputados en la Operación Bomsai.
Mientras, otros populares como el regidor del Ayuntamiento de Palma, Rafael Duran, o el ex conseller d'Economia del Govern de Jaume Matas, Lluís Ramis de Ayreflor, solicitaron darse de baja voluntaria en la formación atendiendo a este nuevo criterio de la cúpula del partido.