La Oreja de Van Gogh en una imagen promocional.

Cuando el grupo de amigos formado por Àlvaro Fuentes (bajo), Xabi San Martín (teclados), Haritz Garde (batería) empezó a crear sus primeras canciones en 1994 jamás llegó a pensar que con los años se convertiría en una de las bandas musicales españolas con más seguidores de todas las edades. Con aires renovados y muchas ganas de seguir haciendo cantar y bailar a su público más fiel, La Oreja de Van Gogh (LODVG) visita este sábado Santa Eulària con motivo de las Festes de Maig.

«Recuerdo perfectamente la primera canción que compusimos todos juntos. Fue El 28, que está incluido en nuestro primer trabajo. La creamos comiendo un bocata de tortilla y jamás pensamos que pudiera estar incluida en un disco; es como cuando relees una redacción del cole después de muchos años», comenta con emoción Xabi San Martín, teclista y uno de los compositores de la banda, que valora la carrera de la banda y su nueva trayectoria con Leire Martínez como vocalista.

-Con más de diez años de carrera, ¿todavía sienten vértigo?

-Paradójicamente cuando más tiempo pasa más vértigo tenemos porque al principio haces las cosas sin darte cuenta. Quién nos iba a decir que las canciones que hacíamos para nosotros acabarían en discos que escucharía la gente. Ahora somos más conscientes y nos entra la neura, por así decirlo.

-Siempre han dicho que se consideran afortunados...

-No tenemos la fórmula del éxito. La oreja...es como cualquier otro grupo que toca para pasar el rato y de repente alguien escucha la maqueta, le gusta y nos produce. Nuestra historia es un cúmulo de casualidades en ese sentido.

-¿Cuál destacaría como la más importante?

-Una profesora de un colegio que se marchó a Madrid a trabajar a una discográfica, a Sony. Un amigo nos dijo que le pasáramos la maqueta, la escuchó y así empezamos a trabajar en nuestro primer disco. Si no hubiéramos tenido ese contacto, pues quizá nadie de Sony nos hubiera escuchado. El haber conocido a Leire también ha sido una casualidad por un amigo nuestro.

-Entonces no hubo cásting...

-Fue el 'anticásting' porque nos parecía horrible tener que decir ´tú sí que vales' o 'tú no', por eso decidimos buscar por Myspace. Y no sólo buscábamos una voz bonita sino el quinto socio en el proyecto. Nos aterrorizaba la idea de los chicos y la nueva. Queríamos abrir una nueva etapa.

-¿Han tenido que volver a convencer?

-Por supuesto. Hemos empezado de nuevo, de cero y hemos tenido que volver a llamar a puertas. La marcha de Amaia fue un palo muy grande, pero decidimos seguir adelante con el proyecto. Y como se suele decir en estos casos: no hay mal que por bien no venga. Nos hemos renovado y quitado años de encima. Volvemos a estar inseguros y con nervios y eso agudiza el ingenio.

-Supúblico es bastante amplio, ¿por qué cree que gustan a gente de edades tan diferentes?

-Supongo que la gente percibe que somos normales en el sentido de que somos de familia media y nos hemos movido por casualidades. Hemos pasado de la normalidad a la farándula, por así decirlo. La gente se da cuenta de que nuestra historia es igual a la de cualquier otra persona, sólo que hemos tenido un poquito más de suerte.