El conseller Vicenç Thomàs, durante la entrevista en Eivissa. | Marco Torres

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona (1981), el conseller de Salut, Vicenç Thomàs, ha trabajado como médico de familia de Camp Redó, Palma, y médico de urgencias en Son Dureta. El conseller, aprovechando su visita oficial a Eivissa esta semana, repasa la situación actual de la sanidad pública en las Pitiüses tras las críticas del PP en el Parlament y el comienzo de las obras del nuevo hospital.

-Finalmente han empezado las obras del nuevo hospital. ¿Cree que se cumplirán los plazos y que el primer módulo estará listo en 2011?
-Confiamos que en Semana Santa, el primer edificio más cercano a la ciudad de Eivissa, el de consultas externas, se entregue y pueda ser operativo.

-¿Conseguirá con eso disminuir la presión hospitalaria de Can Misses, un hospital que se ha quedado pequeño?
--Bueno, es una obra con visión de futuro, con un diseño funcional moderno y una distribución modular. Además nos permitirá hacer una rehabilitación del edificio actual para darle otras funciones y aumentar de manera importante los metros cuadrados y dar nuevas prestaciones. El gran reto de futuro es que Eivissa afronte el siglo XXI con un hospital moderno y con un proyecto profesional en que el nuevo gerente, Julio Villar, tiene que conseguir que los profesionales, médicos y enfermeras, se vinculen a una nueva estructura física, pero también con reorganizaciones internas para trabajar de una manera más adecuada a lo que son las demandas actuales.

-Una de las cuestiones que preocupa al personal es el nuevo modelo de gestión. ¿Cómo le afectará? ¿Se va a privatizar?
-Hay que tener claro que toda la gestión de la asistencia sanitaria es pública y será pública. Esto es así y, quien diga lo contrario, no dice lo correcto. Este hospital se ha adjudicado como un modelo de concesión administrativa. Lo que quiere decir es que quien ha ganado este concurso construye el hospital, lo equipa y se le da por 30 años la gestión de todo lo que no es clínica, cosa que en estos momentos se está haciendo ya que el servicio de limpieza no la está llevando el hospital sino que hay una empresa contratada. Todo lo que es la atención sanitaria es, y será, pública. Nunca se ha planteado que la asistencia sanitaria se privatice, ni el personal tampoco.

-En la interpelación parlamentaria que ha hecho el PP esta semana les acusaban de falta de transparencia y de maquillar las listas de espera. De hecho, en Can Misses han tenido que poner en marcha una serie de medidas, como operar por la tarde, para reducir esas listas. ¿Cómo se va a solucionar el problema?
-El problema se soluciona, entre otras formas, aumentando actividad. No escondemos las cifras, el PP no daba listas de espera de consultas externas y nosotros hace más de un año que las estamos dando. Las esperas siempre van a existir y vienen condicionadas por varias cosas. Hemos aumentado mucho la actividad quirúrgica, aumenta la población, la esperanza de vida y, por lo tanto, las personas tienen más enfermedades. Estamos haciendo más actividad, tanto en consultas externas como en intervenciones quirúrgicas.
Tenemos parámetros mejores que el resto de España. Los datos objetivos están para reconocerlos y es verdad que en Can Misses hemos tenido en marzo una cifra peor que la del año pasado, pero mejor que hace tres meses. En hospitales pequeños y medianos, las variabilidades de personal son muy importantes. Nuestro compromiso es buscar ese punto en el que la lista de espera se pueda situar en un punto óptimo.
Estamos haciendo esfuerzos importantes para optimizar mejor los quirófanos y las consultas externas con los profesionales que tenemos. Nuestro objetivo es que, lo que es urgente, se opere de modo urgente y la patología importante y grave, al momento. En otro tipo de patología tenemos que ir introduciendo cuestiones de organización para priorizar y el resultado global sea lo más adecuado posible.
Lo que no es positivo es hablar en negativo de listas de espera. Hemos de intentar, y ya lo hemos conseguido, que no haya nadie por encima de 180 días. La lista de espera va existir siempre y si alguien sueña con que se sitúa en 20 o 30 días, está soñando con un mundo irreal.

-Otra queja es que, por la disminución del presupuesto, hay menos contrataciones y se necesita más personal. ¿Es una buena solución traer oncólogos de Son Dureta, o se sigue planteando contratarlos para Can Misses?
-Desde 2007 hasta ahora la plantilla de Can Misses ha aumentado un 8%. De las 32 especialidades médicas, hay más recursos humanos en 14 de ellas, otras 14 están igual y cuatro han tenido alguna variación negativa. Hay que mirar el conjunto y no el microdato. Si se resume a que falta un oncólogo se falta a la verdad. Es verdad que hay un oncólogo y un internista de soporte y vienen, tres días por semana de mañana y tarde, oncólogos de Son Dureta.
Los enfermos oncológicos están mejor atendidos en el mes de mayo de 2010 que hace un año. Ese es nuestro compromiso, dar calidad asistencial. No tenemos cerrada la puerta a que haya un oncólogo dispuesto a venir pero que no se convierta ese 1% en el problema. Reconozco ese problema puntual, le busco solución, pero no es generalizado en el hospital.

-El PP aseguraba que las diferencias asistenciales de Eivissa con Mallorca son más evidentes esta legislatura.
-Lo que no puede hacer un político es política hablando de salud y de personas. Carmen Castro me acusó de tener falta de sensibilidad hacia Eivissa. Si es tener falta de sensibilidad hacer cinco centros de salud en cuatro años, lo que supone mejorar la infraestructura para más de 90.000 personas de 120.000, y dejar un proyecto de hospital, que venga alguien y lo diga.
Si quiere, comparamos lo que pasó la anterior legislatura. No es bueno hacer demagogia en salud. Acepto cualquier tipo de crítica, no todo funciona bien, evidentemente, pero decir que este gobierno no tiene sensibilidad hacia Eivissa es erróneo. Prácticamente mejoraremos en un 80% la infraestructura sanitaria de esta isla en cuatro años.

-Acaba de mencionar que hay cosas que no funcionan bien.
-Hemos conseguido bajar un 14% las tarjetas sanitarias asignadas a los médicos de familia. Es un esfuerzo que estamos haciendo. Probablemente tenemos que intentar bajarlo más porque eso quiere decir que habrá menos personas por médico de familia y la demanda estará más controlada.
Podemos hablar de puntos concretos que tienen que ser mejorados. Hay que sacar de la escena que aquí se está discriminando, no discriminamos a nadie. Intentamos mejorar. Fíjese, cuando entramos a gobernar hicimos una inversión de seis millones en menos de un año para mejorar el hospital. Eso no estaba planificado. Fueron 32 camas nuevas, un porcentaje muy importante en el hospital. Aumentamos en un 30% el área de urgencias, hicimos un hospital de día nuevo, dos quirófanos más y se hizo un área de atención al usuario nuevo. ¿Quedan cosas? Siempre van a quedar. Hay algunas que son más fáciles de solucionar y otras más complicadas, pero nuestra actitud respecto a los problemas de salud está muy clara.

-¿Cómo está la atención en neurocirugía tras la ruptura del convenio con la Policlínica?
-El concierto finalizó el 31 de marzo y no había ningún acuerdo. No renovamos porque nos pedían un 30% más de dinero sin ofrecer una contraprestación adecuada a este aumento. Las negociaciones fueron mal y nosotros lo que hemos hecho es poner en marcha una serie de acciones para atender los problemas de maxilofacial y neurocirugía de la forma más correcta posible. El miércoles empezó una consulta de maxilofacial en el hospital y, en breve, daremos solución al problema más importante de maxilofacial de tipo quirúrgico.
Se está haciendo un abordaje de lo que es el conjunto de problemas del area de neurocirugía: unas cosas se atenderán dentro de la estructura del hospital y otras van a ser derivadas a Palma. No tenemos ninguna puerta cerrada pero, evidentemente, hay que mostrar determinadas predisposiciones, no sólo en cantidades económicas sino en calidad de servicios.

-¿Se plantea recuperar el convenio?
-Son cuestiones en las que tiene que haber cambios de actitudes, asegurar determinadas prestaciones y que la contraprestación económica sea la correcta. Nuestro compromiso es dar calidad asistencial y, por lo tanto, en este momento no disponemos de este recurso, por lo que nos estamos organizando para que quien necesite ese tipo de atención sanitaria la pueda tener a través de otros profesionales y, si es necesario, en otros sitios.

-En el caso de la consulta de maxilofacial, ¿Son profesionales de Son Dureta que se desplazan a Eivissa?
-Sí, en estos momentos. La gran mayoría de problemas de maxilofacial son de tipo dental, como la muela del juicio, que se va a poder solucionar en la propia isla de Eivissa. Los traslados importantes y las urgencias, como problemas oncológicos o traumatológicos, se evacuarán.

-¿No es lo importante la inmediatez de la actuación en los casos de neurocirugía?
-En función de cada caso se tiene que buscar cual es la mejor solución médica y técnica. Siempre que los médicos decidan que este ciudadano tiene que tener una atención inmediata se trasladará a la Policlínica para que reciba atención si es una urgencia vital y no sea aconsejable el traslado. Si hay que pagar, pagaremos. Siempre que sea aconsejable médicamente por el médico y se pueda hacer se hace el traslado. Los casos programables se atenderán unas en Can Misses y otras se tendrán que derivar pero la urgencia vital está cubierta.

-¿La urgencia vital, entonces, en casos de neurocirugía se atenderán en la Policlínica?
-Si los médicos de Can Misses no aconsejan un traslado en una urgencia vital se remitirá a la Clínica Vilàs. Si consideran que se pueda hacer un traslado se hará, pero son pocos casos al año.

-¿No es lo ideal acercar la sanidad a los ciudadanos?
-Esto no es así. Es un error. Hay que dar la solución técnica en el sitio mejor. Hay cosas que, por proximidad, es peor la solución técnica. Si me van a operar de apendicitis, que es un problema banal, prefiero que me opere alguien que opera 200 al año que uno que opera dos.

-¿Como la radioterapia?
-Todos son temas de seguridad técnica y calidad asistencial. En cuestiones de neurocirugía cuando se aconseje el traslado se hará y cuando consideren que no es correcto se le dará asistencia en la Vilàs, no por proximidad sino porque se ha adecuado que la atención médica se pueda dar en este dispositivo asistencial. La proximidad geográfica y física no es siempre igual a calidad asistencial.

-¿Cree que con el nuevo gerente se ha conseguido mejorar el clima laboral de Can Misses?
--Se está consiguiendo y se están abriendo canales de comunicación con los profesionales, de tipo interno y externo, que han mejorado el clima. El nuevo gerente está intentando que esos canales de comunicación funcionen lo mejor posible.