El músico Nacho Cano, ayer, minutos antes de empezar la entrevista. | ESTEVE FRANQUESA

La cita es a mediodía en Sant Miquel. «Para mí es un paraíso. Se respira hasta diferente», comenta el músico Nacho Cano mientras baja por las escaleras que le llevan a Can Cameta, donde comenta minutos más tarde cuáles han sido las claves del éxito de sus musicales, su visión de la isla y su próximo proyecto profesional, gestado en parte en este pequeño pueblo del norte de la isla.

-Este domingo presenta su nuevo espectáculo en Amnesia

-Sí, se trata de Mecandance. Todas las fiestas de Eivissa tienen un concepto, que en este caso sería el repertorio de Mecano en música dance. Para ello cuento con un grupo de cuatro chicos y chicas que son muy buenos cantantes y bailarines, los 'Mecandancers'. Mi socio en la isla es Martín Ferrer. Este domingo presentamos el espectáculo en la discoteca Amnesia y tenemos otra cita para el 15 de agosto. Vamos a ver cómo funciona. Yo estaré de Dj; iremos saliendo durante toda la noche. Será muy divertido y creo que a todos los que les guste Mecano y hayan visto Hoy no me puedo levantar les va a gustar Mecandance.

-¿Cómo surge la idea de mezclar los temas de Mecano con el estilo dance?

-Básicamente veo el efecto de las canciones de Mecano en la gente y funcionan. Actuamos en la celebración del Mundial ante más de medio millón de personas y quienes estaban allí disfrutaron con la mezcla de dance y Mecano. He tardado unos cuatro meses en preparlo todo y, eso sí, el cásting de los bailarines y cantantes lo tenía claro porque son gente que lleva conmigo mucho tiempo. Son los mejores.

-Y ya que lo ha mencionado...¿cómo vivió la celebración del Mundial?

-Lo que me gustó mucho es que la bandera española no se veía como enseña de la derecha sino como un símbolo de orgullo, de sentirse español. Fue un momento muy importante porque pensábamos que no teníamos salida y, de repente, unos tíos que le dan a la pelota nos devuelven la esperanza. Y si a eso le añades fiesta, pues mucho mejor.

-Desde hace algún tiempo vive en Sant Miquel. ¿Es un refugio para su creación?

-Absolutamente. Esto es un paraíso: poder estar aquí, respirar este aire...hay que dar gracias, y además cultivarlo. Hago vida de pueblo como los demás vecinos, conozco a mucha gente y me siento como en casa. Ahora voy a empezar a estar toda la época de sol, de mayo a octubre.

-Siempre que habla de Eivissa menciona su magia.

-Es difícil de definir, pero se trata de un sitio muy cosmopolita, conoces a muchas personas con un aire diferente en su mirada. Para mí es como Nueva York, pero sin estrés. Tiene ese toque cultural que te enriquece mucho. Y creo que es muy importante que en Eivissa hayan sabido exportar la fiesta a todo el mundo. Para esta isla no hay ingún destino competidor, podría haberlo en un futuro, pero ahora mismo en Europa no hay ningún sitio como Eivissa porque esa magia de la que he hablado antes surgió en los 70, con una gente muy auténtica.

-¿Qué es lo que menos le gusta de la isla?

-Pues el tramo que hay desde el aeropuerto a la ciudad me parece muy feo. Por lo demás, todo me encanta: su aire, su agua limpia, su rica comida... Además hay actividades para todo el mundo.

-Y si le hablo de la tan manida crisis...

-La crisis viene por un concepto de engaño colectivo absurdo que alguien en un momento dado nos dice que trabajando menos se puede vivir mejor y eso es mentira. Un país funciona si la gente trabaja y pone ideas. España tiene mucho potencial y organizándonos un poquito esto funcionaría más que bien, pero claro si trabaja sólo una parte y la otra no, pues algo no funciona. La vida es dura para todo el mundo; no podemos pretender que sea fácil.

-Entonces la solución vendría dada por un cambio de mentalidad,¿no?

-Tú mira la selección española, ¿por qué ha ganado? Por trabajo y porque, si alguien no funcionaba, pues el entrenador le cambiaba. En España tenemos el chip de 'esto pasará', pero realmente pasará si le ponemos remedio.