IBIZA FIESTAS SANTA MARIA | Marco Torres

Mientras unos charlaban bajo el árbol de la plaça de la Catedral, dentro se celebraba la misa por la patrona de Eivissa y Formentera, la Mare de Déu de les Neus ayer por la tarde. De la catedral salía el suave hilo de las voces del coro que animaban a entrar.

La gente cubría cada rincón, los niños, las personas mayores, de pie y sentados pero todos perfectamente arreglados para la ocasión a la que no faltaron personalidades como la alcaldesa Lourdes Costa y el presidente Antich.

No cabía ni un alma por eso el calor obligaba a hacer uso del abanico lo que creaba un imagen general totalmente uniforme, incluso dos sacerdotes desde el altar no podían evitar abanicarse y ambos a cada extremo quedaban perfectamente equilibrados.

Tras el discurso manifestando su deboción por la virgen, el obispo dio paso uno de los momentos más emotivos de una misa, cuando los fieles se dieron la pau sigui anb vasaitre.

El instante culminante de la ofrenda de la ofrenda llegó cuando los fieles se acercaron a la virgen para darle las gracias con elaborados y vistosos ramos de flores como presente.

Dos sonadors cerraron la misa y dirigieron a todos los presentes hacía afuera con su típica melodía hasta el claustro del ayuntamiento para dar comienzo a la entrega de medallas de la ciudad.