La cantante derrochó energía en cada tema de un concierto que duró dos horas. | EVA GOMEZ

A las diez de la noche no quedaba ni una sola silla vacía en el parque Reina Sofía, donde minutos mas tarde actuaría por primer vez en Eivissa la malagueña Pasión Vega. Algunos de los asistentes cargaron con sus propias sillas portátiles y plegables para mayor comodidad. En el escenario los instrumentos aguardaban la llegada de los siete músicos, entre ellos un violinista, un pianista y acordeonista, que acompañaron a Pasión Vega.
Con extrema puntualidad apareció en el escenario la cantante de riguroso blanco con un vestido largo hasta los pies para ofrecer su primer tema Me cansé de rogarle. Tras los primeros acordes, comenzaron los aplausos y los piropos. Entre el público los abanicos no dejaron ni un momento de agitarse.
Antes de interpretar el segundo tema La gata bajo la lluvia, Pasión Vega quiso saludar al numeroso público asistente. «Buenas noches Eivissa y muchas gracias por estar aquí. Qué aterrizaje tan maravilloso hemos tenido en esta isla tan preciosa. Espero que disfruten mucho con los clásicos de la copla y de l cancionero popular. Les traemos aromas de muchos lugares. Muchas gracias por haber venido», dijo la cantante a un público totalmente entregado. «Veo que hay mucha gente, incluso, allí lejos. Gracias», quiso añadir.
Sobre el fondo del escenario lucía entonces un dibujo de una ciudad que la arropaba mientras interpretaba su segundo tema de la noche.
La tercera de sus canciones titulada El jinete fue una canción que le enseñó su padre. Armada con una fusta la malagueña consiguió arrancar varios bravos a los asistentes. «¡Guapa! ¡Guapa!», se escuchaba entre los asientos.
Después, Pasión Vega quiso ofrecer al público ibicenco el tema Noche de ronda que interpretó con una gran luna llena tras ella.
«Me han dicho que en Eivissa cantan muy bien», se dirigió de nuevo al público. El sí, desde luego, no se hizo esperar. «Luna que se quiebra...», comenzó a entonar la cantante. Algunas voces se alzaron tímidamente para seguir la canción. «Yo no oigo nada. ¿Y ustedes?», dijo entonces para provocar un mayor volumen. Tras varias intervenciones del público una gran ovación obligó a Pasión Vega a volver a dar las gracias.
El primer concierto que la cantante de copla ofreció en Eivissa con motivo de la fiesta de la patrona de la ciudad Santa Maria, duró algo más de dos horas. Entre los temas que añadió en el recital estuvieron María la portuguesa, La Lirio, Ojos Verdes y Gracias a la vida, que da nombre a su último disco.