Fiesta de Cala Gració, donde participaron muchísimos jóvenes.

El grupo municipal de PSOE-ExC aseguró ayer que al Ayuntamiento de Sant Antoni «se le fue de las manos» la celebración de la fiesta Sant Bartomeu Dance, que tuvo lugar en Cala Gració. «Esta fiesta promueve el botellón y los ruidos», aseguran los progresistas, que indican que «no es lógico» que desde el Ayuntameinto se castigue con multas a los jóvenes que organizan pequeños botellones en invierno y, en cambio, en verano se organicen fiestas que se convierten en «macrobotellones» con «dinero público.

Los progresistas lamentan este «nuevo despropósito» del equipo del gobierno, que calificaron también de «salida de tono». «Por supuesto que desde el grupo municipal PSOE-ExC creemos que es necesario realizar actividades para jóvenes (no sólo durantes las fiestas sino durante todo el año), pero deben garantizar la seguridad en Sant Antoni», añadieron desde PSOE-ExC, que denunciaron que en esta fiesta había nueve policías locales, lo que «significa que dejaron el resto del municipio prácticamente abandonado en cuestión de seguridad». De hecho, acusaron al Ayuntamiento de no velar por el descanso de los vecinos, ya que desde Protección Civil se avisó de que la fiesta «se estaba desbordando y nadie hizo nada por solucionarlo».

Los progresistas también criticaron que el 90% de los asistentes eran turistas, por lo que el Ayuntamiento hizo «competencia desleal en un día clave del mes de agosto» a discotecas y bares. «Vemos positivo organizar fiestas para jóvenes en torno a la música pero con un mayor control y sin promover un 'macrobotellón' municipal, garantizando el descanso a los demás vecinos y asegurando que los residentes y turistas que se levanten por la mañana para ir a la playa no se encuentren un basurero», añaden desde PSOE-ExC, donde piden a la concejala que cambie la ubicación, aunque ésta «hace oídos sordos».

Sant Antoni resalta que hubo «mucha seguridad»

La concejala de Fiestas del Ayuntamiento, Lidia Prats, defendió que la fiesta no se les fue de las manos porque hubo «mucha seguridad». «Había muchos medios, estaba muy bien cubierto por Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja y vigilancia», indicó Prats, que calcula que había unas 50 personas destinadas a estas labores. La regidora indicó que los progresistas critican cada año lo mismo, pero resaltó que la fiesta es «un éxito» y que está bien organizada en materia de colocación de baños públicos y seguridad.

Prats reconoció que la fiesta es una de las más multitudinarias de Eivissa, pero remarcó que en ningún caso es un 'macrobotellón' ni supone competencia desleal. «Son unas fiestas patronales, es una iniciativa de la gente joven de Sant Antoni para que puedan pinchar y tiene mucho éxito, las fiestas se preparan para que acuda gente», añadió la concejala, que negó que el resto del municipio quedara desprotegido.