El grupo Los Inhumanos en una imagen promocional del grupo.

En la década de los 80, un grupo de amigos decidió emprender una divertida aventura musical que les llevaría con el paso de los años a ser uno de los grupos musicales más consolidados y originales del panorama español. Ataviados con túnicas blancas, con cierta actitud irreverente y hasta un poco chulesca los integrantes de Los Inhumanos no se cansan de cantar temas como Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000, Me duele la cara de ser tan guapo, Manué, Alcohol, alcohol o su mítico Duba, Duba.

Mañana actuarán a partir de las 22,00 horas en la playa de s'Arenal después de la sexta fiesta de cartagineses y romanos en el marco del programa festivo de Sant Bartomeu. Aseguran que grandes o pequeñas, las ciudades y localidades en las que actúan siempre están llenas de fiesta: «Lo que nos ha sorprendido de Sant Antoni es que, además de que la gente de allí se sabe divertir sin envidiar nada a los ingleses, el programa de fiestas del pueblo dura un mes. Eso es símbolo de que se lo pasan bien. La gente de Eivissa sabe, sin duda, cómo divertirse», explica Sergio Aguado, vocalista del grupo que mañana repasará algunos de sus temas más conocidos al tiempo que presentará los tracks de su último trabajo, que vio la luz el año pasado.

-Su último trabajo se llama 'Los hombres que amaban a todas las mujeres'. ¿Representativo de la sociedad actual?

-No es un disco más; es un trabajo de 30 aniversario, que es una cifra muy importante para un grupo de música, por eso hemos querido hacer algo especial: un disco-libro- dvd en 3D. Le buscamos un título que hablara mucho de nosotros. Cuando empezamos la mayoría éramos solteros y nuestro leit motiv en casi todas las canciones como en la vida eran, y son, las mujeres. Se nos ocurrió la idea con el lanzamiento de la trilogía Millenium el año pasado. Nosotros sí que amamos a las mujeres y queríamos que todos lo supieran.

-¿Con este último trabajo plantan cara a la piratería?

-El disco hoy en día es una especie de libro de promoción. La idea era hacer un pack diferente: hicimos un libro con nuestra historia, fotos, canciones, el estatuto de la inhumanidad, el kit de supervivencia de la gira que incluye desde el saco de confeti, los calzoncillos limpios, las zapatillas...algo diferente.

-Y siempre fieles a la túnica blanca...

-Empezamos un poco con atuendo playero. En un concierto salió, gustó a la gente y desde entonces no lo hemos cambiado porque es una de nuestras señas de identidad.

-Una de las canciones más importantes de su último trabajo es 'Todo me la pela', una crítica a la crisis económica. ¿Es la actitud para superarla?

-Quiere decir poner la cara de lado cuando las circunstancias son negativas. No significa obviarlas, pero sí vivir con ellas. Aunque te vayan fatal las cosas, como al protagonista de la canción, siempre hay que buscar el lado divertido de lo que pasa para aguantarlo mejor. Intentar olvidarte de todo, pasar y tirar para adelante. Si los políticos se pelean en lugar de solucionar los problemas de la gente, pues a mí me la pela; yo tiro para adelante con lo mío.

-¿Cómo se organiza un grupo por el que han pasado más de 400 personas?

-Parece imposible, pero tenemos nuestro orden dentro de la improvisación. Todos sabemos qué papel tenemos: el que canta, los que tocan los instrumentos y los que bailan y hacen espectáculo, por ejemplo.

-En su gira se incluyen desde pueblos pequeños hasta ciudades más grandes, pero lo importante es que tengan fiesta, ¿no?

-Una vez nos contrataron para actuar en un pueblo de 200 personas y pensamos ¿para qué nos contratan si no hay casi nadie? Lo pasamos en grande porque vinieron personas de otros pueblos de la comarca. Cuando nos llamaron para actuar en Sant Antoni nos sorprendió ver que su programa de fiestas dura un mes. Eso es símbolo de que lo pasan bien. Además, en Eivissa siempre se habla de la fiesta que montan los ingleses, pero la gente de aquí sabe muy bien cómo divertirse y pasarlo bien.