Echando un vistazo a los transeúntes se demuestra que la misma calle es la mayor muestra de tendencias y estilos variados. La isla invita a la gente a vestirse de una manera quizás un poco más excéntrica que en cualquier otra ciudad, con estilos divertidos, inconexos, incluso de forma más relajada y espontánea. Pero, sobre todo, impera la comodidad.

Hay dos estilos bien diferenciados, el eterno clásico minimalista con colores neutros y sin estampados y el étnico o 'hippy chic' con mezcla de colores, bordados y tejidos.

Carina es responsable en la tienda de ropa Sol Porteño. Ella cuenta que para el otoño viene la combinación de blanco con colores tierra para iluminar un poco el mal tiempo. «Los chales calados y los chalecos de encaje y telas esponjosas están complemento tanto como para una fiesta como de diario también. Los jerseys asimétricos de punto fino o grueso. Además, tenemos, de confección propia, ponchos en telas nobles que se convierten en abrigos, ponchos o vestidos», comenta Carina. «Lo que se va a seguir llevando van a ser los vestidos de hilo combinados con leggins y botas indias; los complementos todos en cuero. Por otro lado, continúa la moda de los 70 y 80 tanto en completos como en el corte de las chaquetas de cuero», explica casi definiendo su estilo.

En la tienda Attitude de Eivissa, Anabel cuenta que para «este otoño los colores que se seguirán llevando son el cámel, el caqui, el granate y el clásico negro siempre elegante. Las faldas con volantes y las botas altas serán las prendas que más se llevarán».

En una de las tiendas de J.S que hay por todo Eivissa, la situada junto al Mercat Vell, Werner, el propietario, cuenta que para la mujer «todo en liso, el punto, los pantalones de Jeans; ellas ya no quieren estampados ni dibujos. Los colores que más se llevarán son el negro, el gris claro y el beige, pero todo con estilo casual y nada apretado, todo suelto y muy cómodo. En hombre, los colores que se llevarán son mucho más vivos y siempre con algún detalle no muy marcado ni recargado. Atrás quedaron los diseños de Ed Hardy, camisetas, bañadores, biquinis y toda clase de complementos como gorras y cinturones que durante tantos años han vestido a gente tan distinta, incluso a muchos famosos». Antonia es una de las dependientas de la tienda. Ella confiesa que se siente muy cómoda con la ropa que venden porque son tejido muy ricos y agradables a la piel. «La ropa que tenemos aquí es para diario y tremendamente personal, esto es por lo que se paga», comenta Antonia.