El incendio se desencadenó sobre las 11,15 horas de la mañana en la sala de desinfección de servicio de Pediatría, ubicada en la planta baja del hospital Can Misses, desde donde salía el humo. Una enfermera trató de extinguir el fuego con la ayuda de un extintor pero le resultó imposible, por lo que se tuvo que recurrir a un equipo de segunda intervención, celadores formados, para sofocar el fuego desenrollando la manguera de una boca de incendio instalada en el pasillo. Al no extinguirse se avisó al 112 y se procedió a la evacuación. Mientras tanto, alguien del personal avisaba de que había que poner una toalla mojada porque salía humo de la puerta de la sala donde se había originado el incendio.
En realidad todo era ficción, lo único real era el olor a papel quemado, ya que se trataba de un simulacro. Pero con la situación que se vivió ayer en el hospital durante un cuarto de hora se trataba de comprobar cómo reacciona el personal del hospital ante un caso de emergencia. En Pediatría había ingresados cuatro niños, uno de ellos un bebé en incubadora, que no participaron en el simulacro aunque en la evacuación el personal trasladó una incubadora y una cama al vestíbulo del hospital. En la reunión previa al simulacro en la que se decide hasta dónde llegar se acordó que la evacuación ficticia no incluiría pacientes.

Formación contínua
Este simulacro forma parte del 'mes de autoprotección' que cada septiembre organiza el Àrea de Salud de Eivissa y Formentera. La primera quincena de septiembre se ha dedicado a la formación del personal del Àrea de Salud como equipo de primera intervención y, una vez completada la misma, se empezaron a realizar los simulacros en los centros de salud y los hospitales, como el de ayer.
Angels Mezquida, técnico superior de la Unidad Básica de Prevención del Àrea de Salud, recordó que se trata de completar la formación «para que todo el personal sepa cómo actuar en caso de una emergencia; se les forma como equipo de primera intervención y les explicamos todo el protocolo de actuación». Del simulacro de ayer dijo que «fue bastante bien».

Nada de pánico
Mezquida destacó que apenas se enteró el resto del personal de lo ocurrido en Pediatría, un factor importante para evitar «situaciones de pánico o de alarma generalizada».
Al finalizar esta actuación se hizo una fase de juicio crítico en la que se hizo una puesta en común de todos los participantes, los seis árbitros que ven todo lo que sucede durante el simulacro y el responsable de la emergencia. Además del personal de Can Misses, también participó un responsable de la Direcció General d'Emergències que evaluó cómo se ha desarrollado este simulacro de incendio.

Varios conatos de incendio pero ninguna evacuación
«Con los simulacros se trata de entrenar al personal como si fuera un caso real y ver la capacidad de respuesta», explicó Mezquida. Afortunadamente, en Can Misses no ha sido necesario realizar una evacuación pero sí que ha habido varios conatos de incendio. «Un hospital, por definición, es inevacuable por lo que se trata de entrenar al personal y que, con nuestros medios técnicos, no se tenga que evacuar Can Misses, que es la medida más drástica y podría ser la más dramática», remarcó.