La huelga general en Formentera pasó prácticamente desapercibida. Tan sólo la concentración de medio centenar de trabajadores en Sant Ferran, que posteriormente se desplazaron a la plaza de Sant Francesc al mediodía, alteró una tranquila jornada. Los servicios más importantes de la isla funcionaron con absoluta normalidad (no se canceló ningún barco) y tanto el hospital como los colegios apenas notaron la incidencia. Los padres llevaron a sus hijos a las clases pese a que en alguna de ellas no hubo profesores. Así, en el hospital hubo un seguimiento del 3,03% por ciento, según fuentes del Govern, mientras que el servicio más afectado del día fue el de Correos, donde dos de los diez trabajadores no acudieron a su puesto.
Tampoco los comercios de la isla se vieron afectados por la jornada de huelga general, ya que la mayoría abrió como si de un día cualquiera se tratara.