Imagen de la presentación del Consell de la Infància.

Un buen día, en un pueblo como los que conocemos en Eivissa (con iglesia, piscinas, colegios y tiendas), los niños se dieron cuenta de que sus padres y madres trabajaban mucho, por lo que cada día se levantaban más pronto y se iban a dormir más tarde.

Poco a poco, los niños de ese pueblo se fueron dando cuenta de que sus progenitores se estaban olvidando de ellos: no recordaban sus platos preferidos, ya no les contaban cuentos antes de ir a dormir...en definitiva, no les hacían caso. Los pequeños del pueblo decidieron reunirse para tomar medidas. Así, desconectaron los despertadores de los adultos para que ese día se quedaran dormidos y así poder arreglar el mundo a su medida: con más pasos de peatones, taburetes en los ascensores para llegar a los botones y ocuparon los puestos de trabajo de sus padres y madres en pastelerías, periódicos y pintura de fachadas, por ejemplo.

Tras un día sin adultos, los pequeños se dieron cuenta de que la vida era un caos. Finalmente, los mayores también se percataron de la importancia de los niños en la sociedad.Y así fue cómo se creó el Día de la Infancia, una jornada en la que los niños y niñas son protagonistas, plantean sus inquietudes y hacen escuchar su voz.

Durante la mañana de ayer, los estudiantes de sexto curso de los colegios Vénda d'Arabí, Sant Carles, Sa Blanca Dona y Sa Graduada visitaron ayer el Consell d'Eivissa para escuchar esta historia sobre la celebración del Día de la Infancia, que se conmemora hoy, y así exponer los trabajos que han realizado durante esta semana alrededor de temas como el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la igualdad de oportunidades en cuestión de género o el derecho a la igualdad según condiciones físicas o psíquicas.

«Para representar el derecho a la igualdad de oportunidades en género hemos elaborado un mural con colores. Los colores son para todos: el rosa no es sólo para niñas y el azul para niños. Los hemos mezclado en el mural y ha salido el lila, que es el que nos representa a todos. Tampoco creemos que haya cosas de niños y niñas: los niños pueden bailar y jugar a las muñecas y las niñas pueden jugar a fútbol si quieren. Hemos llegado a la conclusión de que hay que cambiar la manera de pensar para cambiar la manera de actuar»,expresó el grupo que trabajó este derecho.

En este Consell d'Infància tan especial estuvieron presentes Patricia Abascal, consellera de Política Social i Sanitària, y Marià Torres, conseller de Política Educativa i Cultural.