El ex director general del Mar y Litoral del Govern Tomeu Calafell tuvo que prestar declaración ante el Ministerio Fiscal, en relación con el caso Gürtel, sobre si el ex director de la Fundación Balears Sostenible Pau Collado intentó mediar con él para paralizara el expediente sancionador que estaba abierto sobre la vivienda del líder de la trama Francisco Correa en Eivissa, un extremo que negó categóricamente.
Según recoge el sumario del caso, Calafell tuvo que prestar declaración como testigo en relación al contenido de unas escuchas telefónicas en las que el líder de la trama Gürtel contactaba con Collado para indagar si conocía a algún cargo de la administración autonómica, con competencias en el área de litoral, e intentara mediar para paralizar el expediente abierto contra unas obras de una vivienda suya en Sant Joan. Además, se mostró dispuesto a ofrecer sobornos para ello.
En su declaración, el ex alto cargo del Govern hasta febrero de 2010 indicó que sí conocía a Collado dado que los hijos de ambos compartían colegio y que éste le dijo un día que un amigo suyo --Correa-- tenía un expediente sancionador abierto y si disponía información del mismo.
Tras ello, Calafell señaló en su declaración que consultó al jefe de servicio sobre el citado proceso sancionador y que posteriormente llamó a un número de contacto de Collado para manifestarle que dicho expediente «estaba muy mal» y que «seguramente su amigo tendría que tirar todo lo edificado».
La declaración del ex alto cargo del Govern cuando UM regentaba la Conselleria de Medio Ambiente se debió a las conversaciones intervenidas entre Collado y Correa sobre el proceso sancionador que estaba en marcha por las obras de su casa en Punta Grossa.
Sobornos
En estos contactos, Correa trasladó a Collado la posibilidad de contactar con alguien «que se le pueda decir que el expediente lo tire al fondo del mar, que lo guarde o que 'toma, tanta pasta por guardar este expediente y no lo menees'».
El informe policial sobre las intervenciones telefónicas --fechadas a principios de 2009-- se indica que un día después de esa conversación, el arquitecto encargado de la construcción recomendó a Correa que se dedicara a intentar contactar con alguien para que el expediente abierto en la Conselleria «quedara archivado y olvidado».
Al respecto, Collado le dijo que le dejara hacer alguna averiguación y le agrega que «hace dos años lo habría tenido fenomenal», por lo que transmite a Correa que mirará el organigrama para ver de quién depende las áreas de gestión por las que está interesado.
A finales de enero del año pasado, Collado vuelve a contactar con Correa y le comunica que «tiene buenas noticias, que a su amigo le han vuelto a dar las competencias sobre litoral», si bien le expone que «no le ha entrado directamente» sino que le ha dicho «tendría que echarle una mano a un amigo» que le ha pedido información.
Ante ello, Correa le propone que hable con Calafell y lo invite a comer y le transmita su interés para que se solucionen los problemas de su vivienda. Ya en el mes de febrero, el líder de la trama y Correa hablan del expediente de su vivienda y discrepan sobre distintos aspectos, luego Correa comenta que el nuevo partido que está en el Gobierno exige un informe de la Delegación de Costas y Litoral para la obra.