La alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, aseguró ayer que este año «ha sido difícil» a causa de la crisis económica aunque indicó que el balance realizado desde la Corporación «es positivo». Lo afirmó tras el 'Pleno de la sobrasada', el último del año que, como marca la tradición, concluyó con un aperitivo para todo el personal del Consistorio.

Entre los objetivos cumplidos, Costa destacó el trabajo realizado durante el año desde los servicios sociales, porque permitió «atender aquellas personas con más necesidades», así como también afirmó estar satisfecha con «todo lo que se ha avanzado en viviendas de protección oficial» y con las obras «que se están ejecutando y que se han ejecutado en el núcleo histórico». Otra de las cuestiones remarcadas por la alcaldesa fue el problema del aparcamiento. En este sentido, indicó que, aunque «no está resuelto definitivamente, se ha dado un paso adelante muy importante en la creación de todos los disuasorios, que suman cerca de 2.000 plazas en la entrada de la ciudad, donde los ciudadanos pueden aparcar de manera gratuita». Asimismo, recordó que se tramita la nueva contrata de zona azul que permitirá una mayor rotación de vehículos «y da la prioridad que merecen los ciudadanos que pagan sus impuestos al Ayuntamiento de Eivissa».