Dos familias de Eivissa con hijos afectados con el síndrome X-Frágil han presentado una queja ante el Defensor del Menor, las oficinas de Madrid y de Balears, ante la negativa de los colegios a que un especialista de esta enfermedad, asesor científico de la Federación Española de Síndrome X-Frágil, acceda al aula de los colegios donde están escolarizados los menores porque consideran que es perjudicial para el desarrollo de los menores. El síndrome X-Frágil está considerada como primera causa de retraso mental hereditario en España y cuyos efectos causan, entre otros, retraso mental, déficit de atención, hiperactividad, ansiedad, dificultades en el aprendizaje y en el lenguaje.

El especialista asesora a colegios de Mallorca y accede al las aulas donde los niños están escolarizados. El curso pasado, en mayo, visitó los colegios de Eivissa y habló con los profesores pero no pudo acceder a las aulas. En noviembre volvió pero tampoco pudo entrar. Ante esta negativa, los padres han recurrido a la Inspección Educativa, a la Delegación de Educació en Eivissa y a la Conselleria en Palma. «Han estudiado el caso y han dicho que es cosa del centro pero el colegio dice que nos les ha dado permiso. Hemos averiguado que si el colegio quiere puede entrar sin ningún problema», comenta uno de los padres.

«Nos dan excusas»

Las familias aseguran que las razones que han esgrimido en los colegios para que no acceda el especialista es que los centros disponen de su equipo de orientación educativa y psicopedagógica que depedende la Conselleria d'Educació. «Nos dan excusas, como que se tiene que pedir permiso a los padres. Una de las madres pidió permiso a cada uno de los padres y todos accedieron pero la responsable del centro le dijo que no. Es una cuestión de poca voluntad», lamenta una de las madres. En su opinión, con la ayuda del especialista «se pueden aportar ideas y facilitar la gestión; va en plan de buena voluntad para orientar acerca del síndrome X-Frágil».

De hecho, el especialista ha visitado las instalaciones de la piscina en la que el niño acude a hacer natación y también la asociación de Eivissa en la que la familia está asociada. Los padres recuerdan que «las familias con niños discapacitados ya tienen suficientes y evidentes dificultades y sufrimientos en la vida como para que en los colegios públicos, que deben de actuar como un elemento de ayuda, comprensión y cooperación especial con estas familias, suponga un problema añadido».

Educació se ofrece a colaborar con los padres

Ante este problema, la delegada de Educación en eivissa, Laura Carrascosa, precisó que «se va a estudiar si podemos ayudar y colaborar». «Estoy segura que en los centros se les atiende estupendamente y realizan su tarea. Me pondré a su disposición de los padres. Ofrezco la intención de ayudar y colaborar. En cuanto a una persona de fuera que quiera entrar en las aulas, vamos a ver de qué forma se puede establecer un mecanismo para que podamos facilitar el acceso y se vean asesoradas por profesionales de las asociaciones más concretas», explicó.