El Ayuntamiento de Eivissa prevé instalar 135 amarres ecológicos en las playas de Talamanca y ses Figueretes, de los cuales 80 se instalarán en la primera en embarcaciones con esloras de 12, 15 y 30 metros, mientras que en Talamanca se ubicarán los 55 restantes, para naves de cinco, seis, siete y ocho metros de eslora.

La alcaldesa, Lurdes Costa, y el concejal de Medio Ambiente, Juan Manuel Rubio, han presentado este jueves el proyecto de instalación de estos elementos, cuyo objetivo es regular los fondeos incontrolados, la degradación progresiva de las praderas de posidonia y contribuir a la desestacionalización de la demanda náutica.

Para el Consistorio, esta iniciativa evitará la ocupación de más parcelas del medio marino con instalaciones fijas, así como el arrastre de cadenas y cabos por el fondo del mar.

Servirá, a su vez, para ordenar el tráfico en temporada alta y simplificar la utilización para los usuarios, así como para las instituciones que han de controlar y ayudar a que los usuarios se orienten y respeten el entorno.

Desde la Corporación municipal han recordado que, hoy en día, existe en estas playas «una gran tradición de dejar embarcaciones sin ningún tipo de control ambiental». Esta situación, según el Consistorio, «está empezando a ser insostenible».

El Ayuntamiento calcula que la instalación y el mantenimiento de los amarres ecológicos, durante un período de ocho años, supondrá una inversión de alrededor de tres millones de euros.

Sin embargo, precisan que la iniciativa «tendrá que generar beneficios» para la empresa adjudicataria, mediante el cobro de cuotas, que serán de dos tipos: anuales o de verano. La institución ha matizado que, respecto a esta cuestión, también se establecerá una temporada alta, media y baja.

Vila ha enviado el proyecto a la Demarcación de Costas para obtener los permisos. En ese sentido, Costa ha dicho que confía en que el próximo verano pueda ponerse en marcha esta iniciativa.