Cuando llegas a la clase del Colegio Portal Nou de Vila donde está ensayando un grupo de trabajo de Teatralia, con lo primero que te encuentras es con un montón de risas que se oyen más allá del pasillo. Se destila buen ambiente y sólo hay que verles la cara a los alumnos que acudieron a su primera clase, al mando de Samuel Vidal, después de las vacaciones de Navidad para ver que son felices. No en vano, algunas como Carol «estaba esperando con muchísimas ganas volver a reunirme con el grupo, que más que compañeros son amigos».

Una amistad que se ha ido fraguando a base de tardes de trabajo juntos y también un poco por casualidad. Este es el caso de Jon, que decidió meterse en el mundo del teatro cuando conoció una noche a una chica con la que se apostó que no era capaz de subirse a un escenario. Y dicho y hecho. «La verdad es que no me gustaba mucho la chica pero si el teatro y así encontré una buena excusa para animarme» nos confirma el propio aludido. Ahora ya lleva un año y medio en esto e incluso, «he participado en el musical Me Cago en el Amor haciendo varios papeles, eso sí, todos de enamorados».

En el tetro por su tía

Más serio fue el motivo que le llevó a Carol a probar el mundo de las bambalinas. «A mí me convenció mi tía que ya había actuado y desde que me animó no paro ni un día». No en vano ya ha sido una de las protagonistas de Agradecidas y Encarceladas, una producción sobre unas presas que crean un grupo de teatro en la cárcel estrenada en septiembre del año pasado en Can Ventosa, y contó un cuento en la Biblioteca de Figueretes llamado La lagartija Tija y la sargantana Tana.

Precisamente, Carol, armada con su permanente sonrisa, es una de las almas de un grupo formado por «amigos, que te permite desconectar del día a día y ver las cosas de otro color, aunque estamos todos de psiquiátrico». Eso tal vez sea porque quien les vea arrastrar una bola imaginaria que va cambiando de tamaño y de peso, o pasarse entre ellos palmadas de uno a otro, se quede, cuantos menos, un poco sorprendido.

Sin embargo, no hay porqué hacerlo ni porqué no tener tiempo para subirse a las tablas. Para Samuel Vidal, profesor y director de Teatralia, «todos estamos actuando constantemente en nuestra vida cotidiana, por lo que animarnos no es hacer otra cosa que lo que hacemos en el día a día».

Algo que, según el propio Vidal, forma parte de la magia del mundo de Teatralia, que, con seis años de historia y de su mano y la de Selena Gómez, aspira a convertirse en un grupo profesional de teatro «que por fin puede ser realidad este año».

De momento, el primer paso será el 11 de abril con la representación de la obra Romeo y Julieta de William Shakespeare, interpretada por algunos de los alumnos que disfrutan con las clases en el colegio Portal Nou. Y de ahí, como afirma Vidal, «ya se verá».