Impacto negativo. El camino demolido ayer por la Demarcación de Costas se cuenta dentro del proyecto de eliminación de impactos negativos en el Parque Natural de ses Salines.

El Jefe de la Demarcación Costas, Celestí Alomar, pidió ayer un «acuerdo entre todas las administraciones y concesionarios» para dar solución a la «problemática» de los restaurantes ubicados en el Parque Natural de ses Salines. Lo dijo con motivo del fin de la primera fase del proyecto «de recuperación dunar y de eliminación de impactos negativos» en la zona protegida, que también incluyó actuaciones en otras playas del municipio de Sant Josep como Cala Comte, Es Codolar y Punta Xinxó.

A partir de ahora, según Alomar, queda «pendiente» la segunda fase del proyecto que, «cuando se apruebe, nos llevará a hacer actuaciones de más intensidad». Alomar hizo alusión así al derribo de los restaurantes ubicados en zona de dominio público en el Parque Natural, previsto en el plan desde 2007. Una propuesta que también deja la puerta abierta a la reedificación de los chiringuitos si respetan las condiciones de la Ley de Costas, que indica una ocupación máxima de 150 metros cuadrados por establecimiento.

Según el Jefe de la Demarcación de Costas, «en algún momento hay que replantear todo el sistema de ocupación del Parque». Sin embargo, apuntó que primero debe concluir «todo el complicado proceso administrativo» en marcha desde que se anunció la propuesta de derribo, y en el que «ha habido recursos, alegaciones y peticiones transitorias de concesiones» mediante las cuáles los concesionarios defienden sus derechos. «Una vez que estos derechos se hayan definido, que no es fácil, se tomarán decisiones», destacó Alomar, que insistió en que «el Parque es lo suficientemente importante» como para requerir un acuerdo institucional y empresarial. «Esta necesidad está expuesta a todas las administraciones y concesionarios», destacó el Jefe de Costas, según quien, sin este gran pacto, «va a ser difícil dar una solución al tema de los chiringuitos».

Cabe recordar que la propuesta de demolición afecta a los restaurantes denominados Guaraná, Jockey Club, Malibú y Sa Trinxa, en la playa de ses Salines, y El Chiringuito y Chiringay, de es Cavallet. Según el proyecto, las dimensiones de estos establecimientos superan con mucho lo que prevé la Ley de Costas para este tipo de instalaciones.

Demolición de un camino de 40 metros construido en la playa en los años 70

Las labores de recuperación dunar del Parque Natural de ses Salines concluyeron ayer con la demolición de un camino construido en los años 70 (ubicado junto al Jockey Club en dirección a sa Trinxa) destinado entonces a facilitar el paso de la maquinaria para quitar la posidonia. Con esta actuación se concluyó la primera fase, que costó 1,3 millones de euros, de los cuáles 923.000 se invirtieron en ses Salines y el resto en las playas de Punta Xinxó, Cala Comte y es Codolar. En concreto, en ses Salines se instalaron tres pasarelas de madera de acceso a la playa, una de ellas adaptada, y 1.100 metros de cerramiento de vallado duro para cerrar y evitar el paso de la gente al sistema dunar. También se realizó una revegetación de terrenos de dominio público, se instalaron 1.127 metros de captadores de arena ante temporales de viento, y se despliegaron 1.082 metros de vallado blando a lo largo de la playa. Por último, también se instaló la cartelería informativa de los valores naturales y se continuará con los trabajos de mantenimiento. Según destacó Alomar, con la ejecución de esta primera fase «hay una garantía de que el sistema dunar va recuperando su estado natural». «El visitante se dará cuenta que tiene una imagen diferente y mucho más cuidada», aseguró.