La gran presión asistencial que está recibiendo el área de Urgencias del hospital Can Misses y la falta de camas en planta para poder trasladar a los pacientes está provocando un profundo malestar en el área de Urgencias. Según explicaron fuentes sanitarias, esto podría haber provocado que la jefa de Urgencias, María Àngeles Leciñena, haya presentado su dimisión por escrito ante el gerente del centro, Julio Villar, hace más de una semana, aunque ayer continuaba su labor al frente de su departamento. Desde el servicio de prensa del hospital aseguraron ayer, sin embargo, que tal dimisión no se había producido.

Al parecer, uno de los problemas que se está dando es que tienen falta de camas para ingresar pacientes en las plantas, algo que se agrava por el gran número de personas que utilizan los servicios de urgencias. De hecho, algunos usuarios han denunciado ante este periódico que han pasado hasta dos noches en los boxes de Urgencias porque no había espacio para ingresarlos en planta, con las molestias que ello acarrea.

El portavoz del hospital negó que haya malestar y aseguró que los datos de listas de espera y de actividad en general son «excelentes» gracias al trabajo de los profesionales. «Los ánimos están muy calmados, la situación está normalizada», indicó el mismo portavoz, que indicó que la construcción del nuevo hospital está contribuyendo a este buen clima.