AENA prevé reducir en un 45% sus costes operativos con la liberalización de las primeras 13 torres --que entran mañana en su segunda fase de concurso en la que pujan ocho empresas- y entre las que se encuentra la de Eivissa- de forma que éste pase de 33 millones de euros a 19 millones de euros, anunció este jueves el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas.

Durante la apertura de la conferencia 'Infraestructuras aeroportuarias', organizada por Unidad Editorial, Táboas defendió que las reformas emprendidas por el Gobierno en el modelo aeroportuario están dando ya sus primeros frutos, pero que «todavía habrá más oportunidades de mejorar».

A partir de mañana, las empresas dispondrán de dos meses para presentar su oferta. En julio concluirá el plazo de la recepción de las ofertas de los proveedores candidatos y se iniciará la negociación con las empresas licitadoras, que concluirá en octubre con la adjudicación del servicio de control en las 13 torres -Alicante, Valencia, Ibiza, Sabadell, Sevilla, Jerez, Vigo, A Coruña, Melilla, Cuatro Vientos, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma--.

El proceso será escalonado, empezando por los aeropuertos de Alicante, Fuerteventura y Cuatro Vientos, y en un año, los nuevos proveedores comenzarán a prestar el servicio.

TRANSPARENCIA PARA ATRAER INVERSORES.

En cuanto a la entrada del capital privado en AENA, hasta un 49%, Táboas aseguró que el ente «no tiene una necesidad urgente de captar dinero», por lo que se sacará a la venta en el momento en el que el nuevo modelo pueda ponerse en marcha, «siempre optimizando el valor para el accionista, que no es otro que el pueblo español» y al ritmo que permita «iniciarlo, consolidarlo y mantenerlo».

Para ello, explicó que se ha introducido «más transparencia» en el nuevo modelo, ya que sin ella «es difícil atraer a los inversores». «El mercado necesita señales en un nuevo entorno como un gestor independiente de 'slots', un bien escaso que ha podido provocar en algún momento problemas discriminatorios», admitió, para «garantizar su asignación con la debida transparencia»,

Igualmente destacó que la creación de una autoridad supervisora independiente permitirá dirimir las discrepancias entre el gestor aeroportuario, que no solo será AENA con el nuevo modelo, y las propias compañías aéreas.

SISTEMA TARIFARIO FLEXIBLE.

Táboas recordó que el nuevo modelo brinda tres tipos de gestión -la actual directamente por AENA, a través de sociedades filiales para buscar participación privada y la gestión privada por concesión-- buscando la máxima gestión individualizada posible con tres objetivos claros: ganar competitividad, una gestión más autónoma y un sistema más flexible.

En el caso de los concesionados (Barajas y El Prat) será la entidad privada la que lo gestione individualmente con su cuenta de resultados y respondiendo como sociedad.

En el resto, los gestionados por el ente directamente o por filiales, podrán actuar individualmente mediante un sistema de fijación de tarifas con capacidad de hacer recargos, descuentos y bonificaciones para adaptarse mejor a sus tráficos actuales y a sus potenciales.

Táboas señaló que en el límite podría haber un sistema de tarifas «prácticamente individualizado por cada aeropuerto» para adaptarse «al mercado local, a sus necesidades y a las propuestas de los sectores locales e industriales de su entorno».

El responsable de Transportes recordó que el promedio del gasto turístico por visitante es de entre 600 y 700 euros por lo que atraer pasajeros es «una buena inversión» para la economía local que además rentabiliza las inversiones realizadas.

Por ello, fue contundente al afirmar que se reforzará la implicación de CC.AA., ayuntamientos y sectores locales en aquellos aeropuertos que no gestione AENA, porque «un aeropuerto vive por y para la economía a la que sirve» y «no está en los planes de Fomento que sea de otra manera.

Al respecto, explicó que para mejorar su competitividad se han creado los comités de rutas, un mecanismo todavía no del todo desarrollado, pero que se establece a demanda del territorio con el objetivo de captar más tráfico.

«No hay ninguna duda de que CC.AA. y ayuntamientos como los de Madrid y Barcelona tendrán un papel determinante, que además tienen reconocido por ley, en el seguimiento de la gestión que haga la concesionaria», zanjó.