La Asociación de vecinos del Paseo Marítimo de Eivissa, encabezada por su presidenta, Alicia Casares, ha emprendido acciones judiciales contra el Ayuntamiento de Eivissa para impugnar el bando municipal que impide a este colectivo denunciar las molestias por obras durante el verano, para que sean paralizadas.
Según destacan, es un «agravio comparativo» y es «discriminatorio» que el bando permita a los hoteleros denunciar las obras cuando éstas resulten «molestas o nocivas» para sus clientes, y a los vecinos se les niegue dicha posibilidad.
Asimismo, explican que han agotado todas las instancias posibles antes de acudir a los tribunales, desde reuniones con la alcaldesa, Lurdes Costa, hasta Fiscalía y Defensor del Pueblo. «¿Vale más el descanso y la salud del ciudadano que se aloja en un hotel que el que se aloja en una urbanización?», se pregunta la agrupación que, según destaca, representa a 1.500 familias.
Por su parte, desde Vila aseguran que este contencioso se interpuso en enero, «por lo que deja de sorprender que hayan esperado al último día de campaña electoral para hacerlo público».
También explica que el bando permite «que sean los establecimientos los que puedan solicitar la paralización de una obra para garantizar que son las que realmente afectan a los visitantes y no cualquier obra que se realice en el municipio, como parece pretender esta asociación».
También argumenta que «los vecinos sufren las mismas molestias en verano o en invierno, salvo que los intereses de la asociación sean los de defender solo a personas que no residen en Eivissa todo el año». Por último destaca que «ningún otro colectivo se ha mostrado contrario» y, por tanto, entiende «que sigue siendo la mejor manera de compatibilizar la actividad turística y las obras».