Las juventudes del Papa pudieron disfrutar ayer de uno de los atractivos de Eivissa: la playa. Desde buena mañana, se les preparó una serie de actividades físicas y juegos en Cala Llonga, como una sesión de fitness al ritmo de los éxitos musicales del momento, entre los que no pudieron faltar conocidísimos temas de Shakira, como el popular Waka Waka o el más reciente Rabiosa.
Seguidamente, los organizadores repartieron globos a todos los participantes, con los que formaron el mensaje 'Dios es amor'. Después vino un rato de descanso que se aprovechó para bañarse en el mar o tomar el sol, antes de organizar partidos de fútbol o voleibol, entre otros juegos.
Los turistas observaban, sorprendidos, el ambiente y algunos incluso se animaron a participar en los bailes. Otros, más tímidos, se quedaban al margen preguntándose quién eran esos chicos.
Agradecimientos
Los jóvenes se mostraron encantados con el viaje a Eivissa y comentaron emocionados la procesión y la eucaristía del día anterior. En todo momento agradecieron a los voluntarios y a la jerarquía eclesiástica ibicenca la buena organización del evento y el recibimiento que les habían ofrecido.
Anika y Sarah, alemanas, subrayaron que es «muy emocionante poder compartir una experiencia tan bonita con gente de otros países». Por su parte, David, miembro de un grupo de católicos franceses, consideró el viaje como una buena oportunidad para «dar a conocer nuestra fe a otros», pues suelen organizar sesiones de rezo por las noches, así como invitar a gente a discutir sobre sus creencias. Mientras, un grupo de murcianos ya pensaba en la visita del Papa a Madrid: «Está haciendo cosas muy grandes y los jóvenes estamos con él, ojalá rece por todos nosotros», destacaron.