El propietario de la tienda ibicenca Muebles de Junco y Mimbre, ubicada en la Unidad de Actuación 12 de ses Feixes des Prat de Vila, Rafael Juan Ramón, insiste en que el Ayuntamiento de Eivissa «le hace la vida imposible».

Ya hizo esta misma denuncia pública hace poco más de un año, después de que el Consistorio convirtiera el antiguo camino de Es Gorg en una acera, cerrando el acceso de vehículos a su tienda mediante la creación de este paso peatonal. Ahora vuelve a expresar su queja porque desde entonces viene «perdiendo ventas» y, según destaca, ha perdido ya «hasta la paciencia». Sin olvidar que su local, con más de 40 años de antigüedad, ha quedado encerrado en medio de un entorno calificado como rústico protegido en el que también está prohibido aparcar.

«Lo están haciendo todo de muy malas maneras, yo no sé si quieren hacer reserva natural o lo que quieren hacer, pero mientras no hagan nada y sea un nido de ratas y de porquería, que dejen vivir a la gente que llevamos más de 40 años con nuestro negocio. Y el día que nos expropien, o edifiquen, o hagan reserva natural o lo que quieran hacer, que se hable del tema. Pero mientras, que nos dejen vivir», afirmó Juan.

Según el propietario de esta conocida tienda, además de que «la acera es ilegal porque la hicieron en una zona que, según ellos, es rústica protegida, encima a nosotros nos está prohibido aparcar cuando todos los demás tienen acceso», destacó sobre los caminos que permiten acceder a los talleres que también se ubican en ses Feixes. «Van contra nosotros, lo tengo clarísimo», agregó.

Por otra parte, cabe recordar que a principios de verano, el Consistorio volvió a cerrar la zona porque otra vez estaba siendo utilizada como aparcamiento cuando está prohibido.

Al respecto, Juan explicó que el Consistorio encadenó la zona «de una forma horrible» y sin informarle. «Llegué un lunes y estaba todo lleno de cadenas, y estuve dos días con el negocio cerrado esperando a que me den una llave. No es normal la manera con la que nos están tratando. Los políticos que han entrado ahora son los que nos han puesto la cadenas, o sea que estamos peor que antes cuando estaban los otros», agregó.

Ramón pide un camino de acceso a su tienda, «o que quiten la acera y dejen el camino que estaba antes». Según explicó, desarrollar su trabajo en la actualidad «es horroroso». «Nos dejan entrar a descargar por una zona en la que el camión no puede girar y encima por una acera cuando es peligroso porque puedo pisar un peatón», destacó, a la vez que lamentó que aunque desde el Consistorio le dijeron «hace un mes» que iban a solucionar su problema «todavía no ha venido nadie». «Y ha pasado agosto y sigo perdiendo ventas», concluyó.