El Mercat Pagès. Al fondo, Pepita Marí atiende a un cliente | MARTA MARTIN

El Mercat Pagès se mantiene a flote a pesar de la crisis económica que estamos padeciendo. Así lo afirman sus comerciantes, quienes indican que siempre consiguen vender algo, gracias a su clientela fiel y a sus buenos precios.
«No es la crisis lo que nos afecta a nosotros, si no la proliferación de supermercados y lugares semejantes», asegura Catalina Bonet, propietaria de uno de los puestos del mercado. Bonet explica que cuando ella comenzó a trabajar no existía casi ningún supermercado, por lo que se vendía más y se podían subir los precios. Sin embargo, ahora afirma que la clientela «se debe compartir entre todos los vendedores». Y que, a pesar de la crisis, las personas «deben comer».

Precios
Pepita Marí Prats, otra de las mujeres que atiende en el Mercat Pagès, es de la misma opinión que Catalina, ya que afirma que la bajada de ventas va más en relación con la temporada de productos que con otras cuestiones como la crisis económica.
Las dos vendedoras también afirman que sus precios siempre se han mantenido más o menos igual y que no han sufrido modificaciones nefastas, además de que, a su parecer, son bastante adecuados. «Los precios siempre los hemos tenido bien, nunca los apretamos», afirma Bonet, a lo que añade: «Como es producto nuestro, nos gusta venderlo y hacemos buenos precios».
Las dos mujeres corroboran que la crisis no les está afectando mucho. «No noto la diferencia, la verdad», confiesa Marí, «estamos igual que siempre. Nosotros no tenemos cantidades industriales, tenemos poquitas cosas y de lo que tenemos, lo vamos sacando».
En referencia a sus productos, Marí afirma que «todo el mundo sabe que vendemos producto local aquí y nuestra clientela es bastante fija, aunque a veces aparece alguien que no habíamos visto nunca», comenta divertida. «A la gente le gusta mucho el Mercat Pagès», corrobora Catalina Bonet, «veo gente que viene desde muy lejos porque quiere comprar un huevo u otra cosa payesa, propia de aquí». Por lo que, al parecer, a pesar de las dificultades, el Mercat Pagès continuará vendiendo sus productos propios de la Isla.