La política ibicenca suele ser aburrida. La mayoría de concejales y consellers no destacan precisamente por su chispa, pero, afortunadamente, el Ayuntamiento de Eivissa cuenta con una nueva 'estrella': el concejal de Movilidad, Juan Mayans.
Con un énfasis propio de su juventud y quizás de su inexperiencia, Mayans sorprendió a propios y extraños al defender públicamente que trabaja muchas horas, concretamente de 8,00 a 15,00, pese a que tiene dedicación parcial y no le tocaría. De todas formas, lanzó un mensaje tranquilizador a la población y anunció un sacrificio laboral en pos del bien común: «Trabajaré por esta ciudad todas las horas, estoy haciendo más de las que me toca, pero tengo ganas y no estaré en un despacho fumándome una pipa».
Tras estas reivindicaciones rayanas al sindicalismo, el concejal pasó al ataque frontal y sin tapujos a la oposición. «Ustedes dejaron las arcas vacías, deberían pedir perdón, esto es lamentable, haber gastado 800.000 euros en viajes, les pido la dimisión», dijo Mayans, que también calificó a los progresistas de «los peores gobernantes». «El PSOE ha arruinado Eivissa y España», añadió el concejal, lo que provocó las risas nerviosas de la oposición. «Yo no me río, no sé de qué se ríen», continuó. El concejal de PSOE-Pacte Rafel Ruiz picó el anzuelo y entró al trapo: «A usted lo que le gustaría es que la izquierda desapareciera, pero seguiremos preguntando». El enfrentamiento entre ambos no se quedó ahí, porque Mayans recalcó varias veces que la oposición es el grupo PSOE-ERC y Ruiz replicó que ERC es uno de los componentes pero que en realidad es Pacte per Eivissa, además de recordar que en las filas del PP hay militantes también del PREF y exmiembros de la ultraderechista Democracia Nacional.
Mayans también brilló con luz propia en una pregunta de la oposición sobre la gran cantidad de ratas que hay en la ciudad. El concejal sacó teatralmente a escena varios tochos de papeles sobre el tema (170 certificaciones) e informó de todas las gestiones de desratización ejecutadas, detallando incluso el nombre de los productos utilizados y hablando de limpieza de graffittis en las calles y otros pormenores que no venían a cuento.
Excepto algunos momentos distendidos, la mayor parte del pleno fue tenso. Daura provocó la estupefacción general al formular dos preguntas a la exalcaldesa, algo que normalmente solo se da a la inversa. En concreto, quería saber por qué no se habían aprobado los presupuestos de 2009 y 2010 y si pensaba pagar los 30.000 euros que costó una exposición cerrada por la Junta Electoral. Costa al principio se negó a contestar porque no sabía si esto de preguntar a la oposición se podía hacer, pero finalmente la alcaldesa le dijo que sí y respondió que lo de las cuentas no se hizo por falta de personal y animó a reabrir la muestra para aprovechar la inversión. También le conminó a asumir su responsabilidad y dejar de sacar trapos sucios del anterior mandato. Al oír esta respuesta Daura, visiblemente enfadado, quiso intervenir, pero no tenía turno de réplica, por lo que tuvo que ser calmado por Sánchez-Jáuregui.