A media mañana los alumnos, el personal de Amics de la Terra y ‘Toni sa Caseta’ hacen un descanso para almorzar antes de seguir aprendiendo sobre la agricultura ibicenca. | Marco Torres

En Eivissa, por suerte, es muy difícil encontrar niños de esos que de tan urbanitas que son piensan que los tomates o los huevos nacen y crecen en las estanterías de los supermercados, pero por si acaso Amics de la Terra está realizando una serie de visitas a fincas agrícolas con alumnos de colegios de todos los municipios, no solo para evitar esa penosa ignorancia que arraiga en las ciudades, sino para que, si es posible, reconozcan los productos de temporada que se cultivan en la Isla.
Ayer fue el turno de sexto de Primaria del colegio Cas Serres, 26 alumnos y alumnas de once años de edad que pasaron toda la mañana en la gran finca agrícola que el agricultor Toni sa Caseta tiene en es Canar.
Hazel Morgan, responsable de Amics de la Terra, explicó que el objetivo de estas jornadas es «poner en valor los productos del campo» y promocionar los productos locales «no por el hecho de que sean ibicencos, sino porque no viajan -y por tanto se evita la generación de CO2- porque de esta forma se ayuda a conservar el paisaje rural tradicional y porque así también se ayuda a los agricultores».
Los alumnos fueron recorriendo las distintas zonas de la finca, aprendiendo cuáles son los productos de temporada y, sobre todo, haciendo preguntas. «¿Tú puedes vivir de esto», interrogó uno de los alumnos a Toni sa Caseta, que respondió que sí. «Quedamos pocos en la Isla», explicó después el agricultor, «pero tal vez ahora con la crisis se agudice el ingenio».
Cuando acaba la jornada, a la una de la tarde, los alumnos ya están listos para responder a las preguntas de Morgan, que les examina sobre todo lo que han aprendido.