La empresa FerroNats previsiblemente se encargará de la gestión de la torre de Eivissa. Los 21 controladores de las instalaciones ibicencas aseguran que, por el momento, no han recibido notificación oficial alguna sobre cuándo se producirá el cambio, aunque «fuentes internas no oficiales nos han dicho que será el año que viene», explica uno de estos trabajadores. Según cuenta, el proceso de comunicación sería el siguiente: «Seguramente recibiremos una carta en la que se nos preguntará si queremos seguir trabajando con AENA, por lo que tendremos que irnos a otro sitio o sumarnos a la gestión privada. Probablemente, la mayoría de los controladores que hay en la actualidad en Eivissa opte por marcharse porque quedarse con el nuevo proveedor sería un suicido profesional dadas las condiciones de trabajo que ofrecen. Y si nos quedamos, quizá en dos años nos despidan o nos hagan un ERE». En este sentido, cuenta que el Estado está formando controladores en cinco meses cuando antes se requerían dos años de preparación. «Nos han dicho que ya hay 100 personas que han recibido esta nueva formación y que están esperando que les asignen una torre», puntualiza este trabajador.

Sobre qué supondría para Eivissa que la torre quedara en manos privadas opina: «Eivissa es un aeropuerto muy complicado porque en verano tiene muchísimo tránsito y, por la noche, somos el aeropuerto con más tráfico de España. Entonces dejarlo en manos de quien sólo tiene cinco meses de formación puede repercutir, por ejemplo, en grandes retrasos. A esto hay que sumar que su principal objetivo será ganar dinero, por lo que seguramente recortará en lo que pueda», explica este controlador.

Según comenta, el proceso de privatización de la torre ibicenca continúa su curso a la espera del visto bueno de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). «Mientras no de el visto bueno, todo se puede echar para atrás», concluye.